Griezmann renace y hunde a la joya, ya no es indiscutible para Koeman
El holandés tendrá que tomar decisiones comprometida en los próximos compromisos
La última victoria frente al Osasuna supuso un gran choque de autoestima para lo que se avecina próximamente en can Barça, pero también dejó unas dudas bastantes alarmantes para Ronald Koeman, ya que ‘Pedri’ no parece ser el mismo que hace unas semanas y su rendimiento ha decaído notablemente. El postrero envite liguero lo ha dejado de manifiesto una vez más, ya que sus actuaciones en el último mes han sido la sombra de su arranque de curso.
A pesar de que sigue contando con la confianza del entrenador holandés, el canario no está siendo tan importante en el juego blaugrana. Su brillante actuación contra la Juventus parece haber sido su detonante, ya que tras su exhibición en Turín el jugador no ha vuelto a ser el mismo y se ha sumido en una intrascendencia que le puede costar muy cara si continua en ese alambre.
No obstante, la pérdida de la repercusión que ha tenido en el equipo no ha estado únicamente incentivada por su bajón de rendimiento, ya que otros jugadores de la plantilla poco a poco han ido ganando adeptos dentro del vestuario y están ofreciendo el nivel que más se acerca a su cénit futbolístico, como es el caso de Martin Braithwaite y, especialmente, Antoine Griezmann.
La joven perla ha caído en un segundo plano tras su extraordinario comienzo de temporada, la campaña va avanzando y éste cada vez está más lejos de ser importante para Ronald Koeman en los momentos decisivos de la temporada, sobre todo si el club incorpora alguno de los refuerzos que tiene en mente en la próxima ventana invernal. De momento, el centrocampista sigue contando con la confianza de un técnico que está ante una de sus semanas más felices desde que aterrizó en el club, ya que por fin parece que sus estrellas han comenzado a carburar, lo que augura un resurgir futbolístico que puede ser crucial para las aspiraciones del Barça.
Por su parte, 'Pedri' tendrá que seguir trabajando para volver a convencer a un Koeman que, si todo sigue como en los últimos partidos, dejará de contar con el jugador de forma inminente ante la resurrección de sus mejores efectivos: golpe de efecto en el vestuario, Griezmann está de dulce.