Isco y cuatro más: los detractores de Zinedine Zidane en el vestuario
Esperan que sea despedido del Real Madrid
Zinedine Zidane es un hombre muy querido y respetado en el vestuario del Real Madrid, pero no por todos. Sobretodo, a raíz de las decisiones que está tomando en esta segunda etapa, que no está teniendo, ni por asomo, el mismo éxito que en la primera. Algo que ha llevado a Florentino Pérez a meditar muy seriamente su destitución, si no endereza el rumbo en las próximas semanas. Una idea que apoyan hasta cinco futbolistas, comenzando por Isco Alarcón.
El malagueño fue pieza clave en el pasado, pero ahora ha sido relegado a la suplencia. Y, cuando ha tenido oportunidades, no las ha aprovechado, lo que ha provocado que el galo ya no le tenga en cuenta y no entre en sus planes. Una traición que no se esperaba, y de la que quiere vengarse. Aunque el que menos le ‘traga’ es Vinicius Junior, que este curso está siendo el mejor de su equipo, y con una diferencia abismal respecto al resto.

Es el único que desborda, que prueba algo diferente y que aporta chispa en el ataque. A parte, ha mejorado su puntería, y ya suma tres dianas, siendo el máximo anotador. Por eso cuesta tanto de entender porque sigue sin ser intocable. Y la explicación que dan es que a ‘Zizou’ no le gusta el internacional brasileño. Completamente imposible de entender y justificar. Después estaría un Toni Kroos que no perdona su suplencia en la ida de los octavos de final de la pasada edición de la Champions League, ante el Manchester City de Pep Guardiola.
Han pasado muchos meses, pero todavía se acuerda. Y no es para menos, pues le dolió mucho, e incluso discutió con el entrenador al final de los 90 minutos. Después tendríamos a un Eder Militao que no siente la confianza de Zidane, y que cree que con un nuevo inquilino en el banquillo sí que podría rendir a su mejor nivel, y demostrar porque pagaron 50 millones de euros al Oporto para llevárselo. De momento, no lo ha hecho.
Y por último, un Mariano Díaz que cuando ha jugado, ha rendido. Pero no le pone nunca, y ha intentado echarle del club en varias ocasiones.
No se pueden ni ver.