Joan Laporta recibe una mala noticia con un descarte del Barça
Las cosas se han complicado mucho
Joan Laporta se quedó boquiabierto, al igual que casi todos los aficionados del Barça, cuando vio que Clément Lenglet era titular en los octavos de final de la Eurocopa. Una decisión sorprendente de Didier Deschamps, que apostó por el ex del Sevilla y del Nancy, para colocar a Presnel Kimpembe algo más escorado al lateral zurdo. Muchos ya advertían del mal momento que atraviesa el jugador culé, y pedían que el escogido fuera Jules Koundé, del Sevilla de Julen Lopetegui.
Pero en el Camp Nou recibieron la noticia con gran alegría, y confiaban en que consiguiera revalorizarse y hacer una buena actuación. Más que nada, porque no entra en los planes de cara a la próxima campaña, y esperan poder deshacerse de él. El problema es que, después de los múltiples errores que ha cometido, no hay ningún interesado en hacerse con sus servicios. Y mucho menos, en pagar los 35 millones de euros que costó en su día.

El único que todavía confía en él es Ronald Koeman, que le ha seguido dando la titularidad hasta la última jornada de La Liga Santander. Otros como Leo Messi ya están hartos del galo, que, si bien es muy querido en el vestuario por su profesionalidad y su amabilidad, está claro que no está a la altura de las exigencias. Pero veían una buena oportunidad para que se reivindicara ante la atenta mirada de todos contra Suiza, y, de este modo, llamara la atención de algún club.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues Lenglet volvió a hacer de las suyas, y cuajó una actuación horrorosa. Tanto, que en el descanso tuvo que ser sustituido, y dejar su hueco a Kingsley Coman. Pero en 45 minutos le dio tiempo a cometer un grave error, perdiendo la marca, y dejando a Haris Seferovic rematar completamente solo, adelantando a los helvéticos. No levanta cabeza, y en el Barça solo cruzan los dedos para que se puedan deshacer de él pronto.
Aunque, si Laporta ya tenía complicado encontrarle acomodo antes, ahora, lo tiene peor todavía. Mucha suerte deberá de tener.
Quizás, demasiada.