La factura interminable de Ancelotti: deudas y un motín preparado

La factura interminable de Ancelotti: deudas y un motín preparado

La eliminatoria ante el Chelsea puede desatar la caja de los truenos

El Real Madrid es un club que vive pendiente de las distancias cortas, de la exigencia inmediata. Y esta necesidad de rendir día a día sin flaquear pasa factura hasta a los más virtuosos. Carlo Ancelotti y su juego no lo son y por eso la factura que se está generando el italiano empieza a engordarse hasta tal punto que amenaza con devorarlo antes incluso de que acabe el curso. La temporada, como le ocurrió a Zidane y a todos aquellos entrenadores que no rotan, se le está haciendo eterna.

A decir verdad, el Madrid de Ancelotti nunca ha jugado un fútbol dominante o exquisitito, de hecho está en las antípodas de tal cosa. Lo cierto es que Carletto confía en su bloque bajo como argumento más efectivo para un equipo letal a las contras, cuando lo era. Con eso y la versión más insulsa de Barça y Atlético de Madrid le ha bastado para ganarse el liderato con suficiencia, pero el desgaste a estas alturas del curso es enorme y el Madrid se ha hecho previsible, aburrido y vulnerable; tanto que se augura un final de temporada preocupante.

Y si el Madrid disgusta con su propuesta y su entrenador rota poco, las deudas que genera una situación así tanto en la grada como en el vestuario son enormes; y todas ellas amenazan con consumir a Carletto. El juego ultradefensivo con un Casemiro incrustado entre los centrales lanzando a Modric y a Kroos a presiones ineficaces que ya les ha pasado factura en lo físico; sumado a una mala versión de ciertos jugadores para él insustituibles, como Rodrygo, Asensio o Carvajal, y el bajón de pilares como Vínícius, David Alaba o Ferland Mendy conducen al Madrid por el sendero de la incertidumbre.

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Contábamos ayer en Don Balón que la falta de utilización de Jovic, Hazard, Bale, Ceballos, Isco, Mariano, Jesús Vallejo, Antonio Blanco, Miguel Gutiérrez o el resto de canteranos genera malestar en el club. Y lo hace también en la grada y el mismo vestuario, más que nada porque se cree que podría usar a muchas de estas piezas y tratar de jugar mejor. Se pone incluso al Barça como modelo con los Pedri, Gavi, Nico, etc… Por ahora Ancelotti se mantiene, pero sus errores le están pasando factura y tras la debacle de la Copa del Rey y al tortazo del Clásico en el Bernabéu, su margen es exiguo, como se demostró ante el Celta de Vigo. No tengan dudas, si el Madrid cae, el motín será un hecho. Se lo ha ganado.

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