Llegará para echar a Sergio Busquets: el fichaje que tiene Laporta

Joan Laporta tiene claro que, antes de entrar, hay que dejar salir. Y más, viendo las necesidades económicas que tiene el Barça, que apenas tiene dinero, y que los nuevos fichajes deberán de ser gracias las ventas que se produzcan. De todas maneras, fuera cual fuera la situación financiera de la entidad, el próximo presidente ya tenía en mente una revolución en la plantilla. Porque la media de edad es preocupante, y el nivel es bastante mediocre.

Hace unas horas ya se conocía que por su cabeza no pasaba la idea de mantener a Clément Lenglet, al que quiere en la calle. Y al internacional francés se le sumaría Sergio Busquets, una fuga de la que ya se habló hace unas semanas. No hay duda de que el campeón del Mundial de Sudáfrica en 2010 y de la Eurocopa de 2012 es una leyenda, y suma más de 600 partidos oficiales. Pero su etapa ya pasó, y a sus 32 años, hace tiempo que entró en un declive deportivo natural.

Poco se le puede reprochar al catalán, que lleva más de una década en el primer equipo, y siempre ha sido un ejemplo como profesional y como compañero. Pero hasta él mismo sabe que ha llegado el momento de dar un paso al lado, como en su momento hicieron otros como Carles Puyol, Xavi Hernández o Andrés Iniesta. Es ley de vida, simplemente, y no se puede hacer nada por combatir el paso del tiempo. Lo que está claro es que dejará un gran vacío y un gran legado.

No será fácil cubrir el hueco de ‘Busi’ en el Camp Nou, si bien Laporta ya tiene un nombre propio en mente, de un futbolista que gusta mucho. Su nombre es Bruno Guimarães, y en su momento sonó, cuando Josep María Bartomeu era el presidente, y aún ni Ronald Koeman estaba en el banquillo. Su gran desempeño en las categorías inferiores de la selección brasileña y en el Atlético Paranaense llamó la atención de grandes escuadras.

Entre ellas, el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Pero finalmente se fue al Olympique de Lyon, con el que disputó las semifinales de la Champions League.

Su precio rondaría los 35 millones de euros.