¡No volverá si el francés sigue! Zizou se ha ganado otro enemigo

Hay jugadores que encajan perfectamente con sus entrenadores y jugadores que no, no importa que sean titulares o suplentes, se trata de una conexión que puede ser fuerte, débil o, simplemente, no existir. En el caso de Odegaard con Zidane no existe, el jugador ha indicado que, si sigue Zizou, él no quiere volver a Madrid, que quiere aprovechar su oportunidad en el Arsenal. Esto contrasta con la actitud de algunos de sus compañeros en el club blanco, Lucas Vázquez o Marcelo, por ejemplo. Jugadores que han sido utilizados continuamente y que también han tenido largos periodos de ‘chupar banquillo’, y que no han creado ningún tipo de tirantez con el míster. Además, se trata de una decisión que no le corresponde a él, sino al club merengue, ya que tiene contrato hasta 2023.

Parece ser que el primer problema surgió el verano pasado, en el que el jugador noruego quería seguir en la Real Sociedad una temporada más, tal y como estaba firmado, en principio, entre los dos clubes. Pero Zidane había pedido a las oficinas del Bernabéu que rompieran el acuerdo con el club txuri-urdin y que se incorporase lo antes posible a la plantilla. El centrocampista podría haber interpretado esta petición expresa del técnico francés como algo muy positivo, ya que te reclama el Real Madrid, pero al jugador no le sentó bien, se sentía a gusto en San Sebastián y no se quería mover.

Así que su llegada no comenzó con buen pie, pero Zidane, haciendo gala de su mano izquierda, ignoró el malestar de Odegaard empezando a darle minutos en una plantilla en la que cada segundo de juego es un tesoro. Así, el jugador disputó ocho de los 11 primeros encuentros de LaLiga, y los tres que se perdió fueron por una lesión, no por una decisión técnica. Pero tras dos empates y dos derrotas, dejó de aparecer en el césped y comenzó a ser ‘carne de banquillo’. Mes y medio después pidió salir del Madrid, y, decidido a no volver hasta que el técnico francés deje el banquillo, fue cedido al conjunto que dirige Mikel Arteta.

La actitud del jugador contrasta con las respuestas de Zidane cuando la prensa le consulta por el joven jugador noruego, ya que por parte del míster no parece que haya surgido ningún conflicto explícito. En determinadas secciones de las oficinas de Valdebebas consideran que el futbolista ha tenido una actitud algo infantil, sin paciencia y sin ánimo de luchar por volver al equipo titular.