La primera salida invernal del Barça ya es un hecho: decepcionante

Pues ya estaría. Tras meses de lo que se pensaba tardaría en acoplarse el jugador al equipo blaugrana, viendo que esto no ha sido así, el equipo ha decidido finalmente buscar una salida a una de sus adquisiciones más prometedoras del pasado verano. Cuando Carles Aleñá llegaba este pasado mes de julio al equipo cumplia un sueño que tenía desde niño, el de alcanzar el primer equipo y ser jugador de pleno derecho de esa plantilla. 

Para poder entrar a formar parte de este primer equipo dirigido por Ernesto Valverde Aleñá tuvo que hacer un año increíble como fue el pasado, donde el jugador desarrolló un futbol de kilates con unas actuaciones muy por encima de la media de la categoría, una segunda B que a todas luces se quedaba corta para el de Mataró.

Sin embargo, este curso, que debía haber sido el de su confirmación como jugador de la primera plantilla, comenzó con un detalle que aunque puede parecer nimio, ha terminado mostrando muy claramente lo que está suponiendo esta temporada para Carles Aleñá. Y es que tras obtener ficha con el primer equipo hace ahora un año, lo hizo con el número 21, dorsal que cedió a Frankie De Jong cuando este verano el holandés recaló en el club. Aleñá paso a ser el 19. Y esto es lo que ha ocurrido también en la plantilla, pasando a ser la última pieza de Valverde en un centro del campo super poblado. 

Frente al caso de Aleñá está el de Antoine Griezmann, quien fichó por el Barça en verano también y al que le está costando horrores hacerse con un puesto y rendir a su nivel. Lo que ocurre es que a diferencia de Aleñá, Griezmann viene con un estatus ya muy elevado debido a su rendimiento en la Rea Sociedad, el Atlético de Madrid y la selección francesa. Para obtener categoría Aleñá tendrá que empezar por hacerse un nombre en el Betis de Rubí, donde jugará cedido a partir del próximo 1 de enero hasta el final de la temporada con una opción de compra aún en negociaciones.