Ronald Koeman da el OK a la venta de este recién llegado al Barça

No entra en sus planes para el año que viene

Ronald Koeman da el OK a la venta de este recién llegado al Barça

La etapa de Miralem Pjanic en el Barça durará más bien poco, por no decir casi nada, o eso es lo que pretende Ronald Koeman. Su etapa ha dejado más sombras que luces, y desde que llegó ha estado en tela de juicio, y siendo observado con lupa. Es cierto que se le echó la culpa de algo que no había hecho, pues no es el responsable de que Josep María Bartomeu regalara a Arthur Melo, uno de los favoritos de la afición, a la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo.

Él solo estuvo incluido en la operación, y no dudó a la hora de iniciar una aventura en La Liga Santander, como hubiera hecho casi todo el mundo. Ya fue recibido entre críticas e insultos, pues no entendían como habían dejado salir al brasileño, de solo 24 años, para traer a un crack que ya había entrado en la treintena, y que no estaba en su mejor momento, ni de lejos. Pero esperaba convencer a todos a base de grandes actuaciones, pues cualidades tiene de sobra.

Pjanic

No obstante, ha sido un fracaso rotundo, y no lo ha logrado en absoluto. Tampoco ha contado con la ayuda de Ronald Koeman, que casi no le ha dado oportunidades ni confianza, y que ha sido muy duro y exigente, eso es cierto. Pero donde el internacional bosnio debía de responder era sobre el terreno de juego, y no ha sido así. No ha aportado absolutamente nada, siendo muy tímido y discreto, y siendo incapaz de quitarle el puesto a Sergio Busquets.

Lógico que el ex de Metz, Olympique de Lyon o AS Roma haya sido destrozado por la prensa y por su propia hinchada, cayéndose de las recientes convocatorias. Joan Laporta ya está trabajando en solventar el error que cometió la anterior directiva en verano, y quiere desprenderse de un jugador que sobrepasa la treintena, y que percibe un salario realmente elevado. Para empezar, ya le ha puesto el cartel de transferible, y espera que llegue alguna oferta interesante.

Pjanic, pues, puede irse si alguien paga algo más de 35 millones de euros.

Es la mitad de lo que costó, o estaba valorada, su llegada.