Se arrepiente de rechazar a Messi: el crack que no eligió bien su club

Podría haber ido al Barça en verano

Se arrepiente de rechazar a Messi: el crack que no eligió bien su club

Sandro Tonali fue una de las joyas más codiciadas del viejo continente, y tuvo ofertas en estos últimos veranos para salir. Primero, cuando estaba en la Serie B, y logró el ascenso en el club de su vida, el Brescia. Su juventud y su personalidad llamaron la atención de los mejores clubes, e, incluso, fue convocado para la selección italiana absoluta. Pero rechazó la opción de cambiar de aires, pues quería quedarse allí, y jugar con ellos la Serie A.

En su primera campaña en la élite, jugó muchos minutos, como se esperaba, y dejó buenas sensaciones. El problema es que no logró evitar el descenso, y ya se vio obligado a irse a otro club. Por suerte, pretendientes no le faltaron, entre ellos, Barça, Real Madrid, Inter de Milán, Juventus de Turín o Manchester City. Pero se decantó por el AC Milan, a pesar de que no disputan la Champions League, pues entendía que ahí sí iba a ser titular indiscutible.

Tonali

Pensó en su crecimiento personal, más que en los títulos y en el sueldo que podría percibir en otro conjunto. Una decisión valiente, que le hizo ganarse elogios, pues demuestra su personalidad y su ambición. No obstante, el tiro le ha salido por la culata, al menos, de momento. Y es que en San Siro le está costando hacerse un hueco, pues por delante tiene a Franck Kessié y a Ismael Bennacer, que están en un gran momento de forma.

Tan solo suma 443 minutos en 11 partidos, pero la gran mayoría de ellos, en la Europa League, pues en la liga, competición en la que son líderes, suele ser suplente. Tonali se encuentra cedido en el combinado ‘rossonero’, que pagó 10 millones de euros, y que tiene una opción de compra obligatoria, tasada en otros 20 ‘kilos’. Y ya se siente arrepentido de haber optado por irse con Stefano Pioli, y no, por ejemplo, con Ronald Koeman y Leo Messi.

Viendo como están las cosas en el Barça, con el bajo rendimiento de Sergio Busquets, y la nula confianza en Riqui Puig y Carles Aleñá, habría tenido minutos.

Ahora ya es muy tarde.