Sergio Ramos recibe una llamada de última hora: oferta bomba
Más opciones para que deje el Real Madrid
Sergio Ramos sigue lesionado, y sin poder ayudar desde el terreno de juego al Real Madrid. Algo que no podrá hacer hasta dentro de unas semanas, probablemente ya después del parón de selecciones. Es decir, que no estará en el derbi ante el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone de este domingo, y tampoco, en la vuelta de octavos de final de la Champions League contra el Atalanta de Bérgamo. Una pérdida muy sensible para Zinedine Zidane.
Se le está haciendo muy duro tener que prescindir de su capitán, y parece inimaginable pensar que hará cuando se marche definitivamente. Bien porque cuelgue las botas, o, lo más probable, porque encuentre un nuevo equipo en el que firme su último gran contrato. Algo que nadie se podía imaginar hace un tiempo, pero que ahora es muy posible, ya que acaba contrato en junio, y ni ha renovado, ni parece tener intención de hacerlo en un futuro cercano.
Florentino Pérez ha tratado de acercar posturas en varias ocasiones, pero siempre se ha encontrado con la negativa del sevillano y de su agente, René Ramos. Sus exigencias están completamente fuera de lugar, y en el Santiago Bernabéu ya se han plantado. Si no acepta la última propuesta, no lo intentarán más. Y, ahora mismo, la realidad es que el internacional español tiene muchas mejores ofertas desde el punto de vista económico en el extranjero.
Sobretodo, desde la Premier League. Al ya conocido interés del Manchester United, con el que se ha llegado a reunir personalmente, ahora se le ha sumado el del Chelsea, que también busca dar un impulso a su retaguardia. Thomas Tuchel tiene claro que necesita de un par de refuerzos de primer nivel, y de un líder para esa zona, pues Thiago Silva tampoco está a su mejor versión. Y han pensado en Ramos, al que le ponen un cheque en blanco sobre la mesa.

En el Madrid, por lo tanto, ya saben que deberán de pelear con otra escuadra ‘top’ para intentar retenerle. Sería la venganza de los ‘blues’ por Thibaut Courtois y Eden Hazard.
Un plan terrible.