Simeone no supo cuidarle: la gran promesa del Atlético quedó en nada

Todo aficionado del futbol español se acuerda de esos míticos torneos de Brunete en los que se podía ver a las mejores canteras del futbol español y de toda Europa. Una competición con más de 20 años de historia, pero que, por cuestiones de marketing, La Liga se acabó llevando a Estados Unidos, arrancando parte de la tradición. Allí se reunían las promesas del futuro, y se han podido rescatar videos de cracks que acabaron marcando una época.

Cesc Fábregas, Sergio Canales, Gerard Piqué, Fernando Torres, Marco Asensio, Dani Olmo… son muchos los cracks que se dieron a conocer allí, y que acabaron tocando el cielo. Pero, por desgracia, también son muchos los ejemplos de joyas que no desplegaron todo su potencial, y que se quedaron por el camino. El más sonado de todos, quizás, es el de los hermanos Obama, que eran la pesadilla de los rivales, y que jugaron durante muchos años el torneo.

Eran gemelos, nacidos en Guinea Ecuatorial, pero criados en España, y que físicamente estaban muy desarrollados pese a su temprana edad. Algo que hizo levantar muchas sospechas, como el de todo niño que nace en África, sobre su año de nacimiento. Pero en el Atlético de Madrid estuvieron hasta llegar al filial, siendo incapaces de consolidarse ninguno de ellos. Salomón era el más famoso, pues era el delantero goleador, y Federico era el defensa.

Pero ninguno de los dos tuvo en ningún momento la oportunidad de demostrar su valía a Diego Pablo Simeone, ni siquiera, en los entrenamientos. Ahora, ‘Fede’ juega en el Unión Adarve de la Tercera División, y ha sido internacional absoluto con su país de nacimiento. Igual que su hermano, que, a diferencia de él, sí que llegó a jugar con la selección española en categorías inferiores. Pero, tras pasar por los Emiratos Árabes Unidos, ahora está en la Segunda División de Armenia.

Concretamente, en el FC Sevan, que es líder. Aunque lo sospechoso es que se ha quedado en 170 centímetros, lo que medía desde que era un crío. Se cumplieron lo que muchos pronosticaron: no llegarían nunca a La Liga Santander.

Dependían en exceso de su físico.