Xavi no salva el fracaso de Deco: se jugó 60M por su él y el 9 es la decepción del año en el Barça

Xavi no salva el fracaso de Deco: se jugó 60M por su él y el 9 es la decepción del año en el Barça

El que fuera el fichaje bomba de enero apenas ha contado en sus tres primeros meses en Barcelona

A lo largo del pasado mes de enero, en can Barça se sentía la imperiosa necesidad de fichar cuanto antes un delantero capaz de relevar a un Lewandowski que, en esos momentos, parecía una sombra del jugador que está demostrando ser en esta recta final de campaña. Ante la falta de acierto del polaco, Deco consideró que era buena idea hacer caso omiso a la petición de Xavi de fichar a un mediocentro y se jugó más de 60M en el fichaje de Vitor Roque.

Roque

El brasileño es uno de los talentos de mayor proyección en su país. Sin embargo, no parece que sus cualidades hayan gustado en exceso al técnico blaugrana, que, después de tres meses, apenas ha contado con el Tigrinho, que solamente ha sido capaz de sumar 248 minutos en los que ha aportado dos goles sin dejar sensaciones demasiado esperanzadoras.

De salvador a completo olvidado

Pese a ser la gran apuesta de futuro por parte de la dirección deportiva y haber costado 30M al contado más otros 30 en variables, Xavi no ha cambiado ni un ápice su decisión de contar lo justo con el brasileño que, en los pocos minutos que ha tenido ha demostrado que, pese a una entrega encomiable y a saber jugar a la espalda de la defensa, tiene mucho trabajo por delante con el balón en los pies. Pues en los espacios reducidos, el ex del Athletico Paranaense sufre demasiado para jugar en un club como el Barça.

Roque

Ante esta situación, se acerca el peor tramo posible para Vitor Roque, con la eliminatoria contra el PSG ya a la vuelta de la esquina y la fase decisiva de LaLiga también llegando, si ya eran pocas las oportunidades que se la estaban presentando al brasileño, con la llegada de estos partidos, que son como finales para los culés, parece imposible que Xavi apueste por el jugador y remedie el, por ahora, gran fracaso de Deco, al que no le ha salido nada bien la jugada de pasar de las peticiones de su entrenador para traer a una apuesta de club, que apenas está aportando al equipo.