El ocaso del 7 del PSG certifica una reacción bestial de Luis Enrique y Al-Khelaïfi: nuevo tridente

La posible venta de Mbappé crea un nuevo horizonte en París con un claro objetivo

El ocaso del 7 del PSG certifica una reacción bestial de Luis Enrique y Al-Khelaïfi: nuevo tridente

La salida de Kylian Mbappé del PSG rumbo al Real Madrid no está ni mucho menos hecha o confirmada, pero sí es cierto que está cada vez más cercana por diferentes motivos que hacen posible el acuerdo entre Qatar y Florentino Pérez, y esto, como es lógico, tiene una repercusión directa en el futuro tridente del Paris Saint-Germain a las órdenes de Luis Enrique. Con Neymar de motor y sin el Messi de París, como es el 7 de Bondy, el club galo reacciona y acciona la vía más poderosa.

Seguridad plena

Si Mbappé finalmente firma por el Real Madrid, la respuesta del PSG será inversamente proporcional en dirección a Londres, con un claro nombre entre ceja y ceja de Nasser Al-Khelaïfi y Lucho, como es Harry Kane, delantero estrella del Tottenham al que pretenden por igual Manchester United, Real Madrid y el mismo equipo francés. El nueve inglés sería la guinda de un pastel al que le faltan varias piezas.

Confirmados Kang-in Lee, Milan Skriniar y con Marco Asensio a las puertas de la oficialidad, Kane se uniría a la plantilla francesa, a la que le faltarían una o dos piezas más, una en ataque, con Bernardo Silva entre ceja y ceja y pese a Arabia Saudí, y otra en la medular. Y ni el internacional a las órdenes en los three lions con Gareth Southgate ni el español pueden ser un problema en el intento francés de armonizar sus salarios debido al fair play financiero, básicamente desde que las cifras de Mbappé permitirán un ingreso masivo en el Parque de los Príncipes que no bajará de los 150 millones de euros, mientras que liberan salarios de forma masiva con el 10 de Argentina y el de les bleus.

La mejor salida

Si Kane quiere ganar dinero y títulos su mejor opción ahora mismo es la propuesta francesa, ya que, no en vano, firmando por el PSG ya casi se asegura el título galo, pero además tendrá equipo para luchar por la Champions League, posibilidad inexistente en un Tottenham que ni siquiera jugará en Europa la temporada que viene, toda vez que el Brighton y el Aston Villa les han quitado la última plaza de Europa League y Conference League, respectivamente, que se jugaban.