Agua! Pep Guardiola le llama piscinero y el jugador le responde vacilándole
Nadie toma enserio al entrenador del Manchester City
Hay muchos jugadores que tienen tendencia en irse al suelo con demasiada facilidad. Son los llamados comúnmente en España “piscineros”. Los hay de muchos tipos. Los que se tiran exagerando su caída, los que se tiran mirando ya al colegiado. Incluso aquellos que hacen falta y reclaman ellos mismos penalti. La cara dura es un mal muy extendido en el mundo del balón pie.
En España si dices “piscinero” todo el mundo piensa en un hombre: Cristiano Ronaldo. La verdad es que el portugués siempre ha tenido tendencia a lanzarse al agua con demasiada facilidad. En Italia el otro día lo volvió a hacer y el arbitro picó. Era el minuto 93 y la Juventus ganó 2-1 con el penalti que el propio jugador de Madeira transformó.
Esta polémica ha arrastrado a Cristiano toda su carrera a muchas peleas innecesarias. No tiene que ver que sea un tanto “teatrero” con su calidad con el balón. Ahora bien, no ayuda desde luego a que se valore más estos desvanecimientos repentinos que sufre de vez en cuando en el área.
Pep Guardiola fue acusado por José Mourinho de hacer un equipo excesivamente “teatrero”. Desde su incidente en la semifinal de Champions cuando el portugués entrenaba al Inter de Milán y Busquets forzó la expulsión de Thiago Motta con un fingimiento de agresión que quedará a los anales de la historia como una de las mejores actuaciones de un jugador sobre un campo de fútbol.
Guardiola siempre se ha defendido de estas acusaciones y además ha vertido las mismas sobre otro. El último dardo lo ha lanzado a Sadio Mané. El City juega contra el Liverppol este fin de semana y media Premier esta en juego. Hay que intentar desestabilizar al rival como sea y Guardiola en esto tiene un master.
Dijo que el africano tenía tendencia a simular penaltis. Algo que es inadmisible en el fútbol inglés y por lo que algún jugador ha sido incluso sancionado por la federación inglesa.
Mané se ha tomado a risa estos comentarios y dijo ayer que iba a intentar forzar los máximos penaltis posibles. Vacilando incluso a Guardiola. No parece muy nervioso un Liverpool que sabe que una victoria dejaría a Guardiola y al City contra las cuerdas.