El puesto de Jürgen Klopp está en el aire, los resultados le hunden

La temporada del Liverpool de Klopp está siendo todo un drama, a las bajas que sufre en todas sus líneas, sobre todo en defensa, se le unen unos resultados desastrosos en la Premier: cuatro derrotas consecutivas, solo 11 victorias, sexto en la competición doméstica, es decir fuera de los puestos que dan acceso a Europa, y a 19 puntos del líder, el Manchester City.

Lo primero, es cierto que el entrenador alemán no ha tenido suerte con las lesiones en su plantilla, tres centrales que se pierden la temporada: Virgil van Dijk, con una rotura de ligamento cruzado, Joe Gomez, tendón rotuliano y Joel Matip con un esguince de grado tres en el tobillo.  Eso ha dejado a la zaga Red en un estado muy delicado, y eso se evidencia en cada encuentro. En la última jornada de Liga, el Everton, que llevaba la friolera de 22 años sin ganar en Anfield, le batió por 0-2 y ahondó en la herida de Klopp.

Por otro lado, el entrenador ya había sido discutido, pero ahora, cada vez más voces se alzan pidiendo la destitución del entrenador alemán, algo que, por el momento, no parece que sea la intención de los directivos del Liverpool. Pero está claro que, de seguir por ese camino, será difícil que le puedan mantener durante mucho tiempo. Situación bien distinta es la que tiene en la Champions League, donde ganó su partido de ida frente al Leizpig por 0-2 y parece que tiene encarrilada su presencia en cuartos de final.

Hay que recordar que, pese a estar discutido en estos momentos, el Liverpool ha vuelto a lo más alto tanto de la Premier League como de la Champions de la mano de Jürgen Klopp, quien llegó al club en octubre de 2015 y que tiene contrato hasta junio de 2024, ha dirigido 300 partidos al equipo, de los que ha conseguido la victoria en 179 de ellos, 65 empates y 56 derrotas, que son datos muy buenos. Además, sus datos con respecto a los goles también son notables, 645 a favor y 339 en contra. Por todo esto, además del carácter del entrenador y por su manera tan alegre de disponer al equipo, siempre al ataque, todavía hay quien está decidido a mantenerle en el cargo, por lo menos hasta el final de su contrato.