El Sevilla dispuesto a llevarse a la joya de Klopp

El Sevilla dispuesto a llevarse a la joya de Klopp

El club puede pagar su cláusula e incorporar al extremo en verano

Según Monchi, director deportivo del Sevilla, “en mi trabajo no hay descanso ni vacaciones”, y desde luego los hechos le dan la razón, su tablero de ajedrez contempla varios movimientos y uno de ellos es la posibilidad de incorporar a la plantilla a un extremo izquierdo veloz y con gol, concretamente se ha fijado en el japonés Takumi Minamino, que actualmente milita en el Southampton, club al que ha llegado cedido en este mercado de invierno desde el Liverpool ya que no tenía sitio en la plantilla de Jürgen Klopp. El futbolista, de 26 años, ha participado en esta campaña entre el Liverpool y el Southampton en 19 encuentros, anotando cinco goles y repartiendo dos asistencias, y su valoración es, según Transfermarkt, de 10 millones de euros.

Minamino

Un coste que, sin lugar a dudas, el Sevilla puede asumir, pues, además de tener muy saneadas sus cuentas, hay un par de operaciones que, de concretarse, dejarían grandes beneficios en las arcas del club: la posible venta de Koundé, que dejaría entre 70 y 80 millones de euros, y la cesión que ha hecho al Ajax del también extremo izquierdo Oussama Idrissi, que incluye una compra obligatoria, por nueve millones, al final de la cesión. Ambas operaciones le permiten a Monchi acometer el fichaje de Minamino sin problemas de cara a la próxima temporada.

Su posición en el equipo del Sánchez Pizjuán está ocupada ahora mismo por Lucas Ocampos, jugador que está dando un rendimiento excelente, pero no tiene competencia por el puesto y tampoco sustituto en caso de lesión como ocurre en este momento. El Sevilla tiene en propiedad a Bryan Gil, pero, con la temporada que esta haciendo el chaval en el Éibar, asumen que alguien pagará su cláusula. Por tanto, los dos jugadores destinados a pelear por ser el extremo izquierdo del Sevilla van a ser Ocampos y Minamino.

Esta competencia es algo que siempre ha demandado el entrenador vasco, Julen Lopetegui, dentro de su vestuario, está convencido de que fomenta la combatividad y obliga a todos los jugadores a ser muy intensos y a estar muy atentos para poder conseguir minutos durante los partidos.