El mayor fiasco del Barça busca sitio en Europa y pasa de Messi y Suárez

El mayor fiasco del Barça busca sitio en Europa y pasa de Messi y Suárez

Harto de ser señalado ha pedido salir este mismo verano

Antonie Griezmann se ha hartado de su situación en Barcelona. Ya lo habíamos hablado hace mucho tiempo y al final los hechos nos van a dar la razón, el francés no aguanta más la situación el que vive el club blaugrana y las miradas que recibe siempre de Messi, Suárez y demás pesos pesados en la plantilla.

Le siguen culpando de que Neymar Júnior no firmara por el equipo y creen que si el Barcelona no le hubiera fichado a él este año el brasileño ya hubiera sido jugador de nuevo del equipo de la Ciudad Condal. Griezmann no puede luchar contra ese pensamiento por mucho que el propio Bartomeu dijere ya que ambas operaciones eran completamente complementarias.

El ex jugador del Atlético de Madrid, dentro del mal año en general de los jugadores del ataque blaugrana, no está haciendo un mal año. Lleva 14 goles en todas las competiciones, 8 de ellos en LaLiga. Lejos de sus mejores números, pero tampoco unas cifras pésimas para ser su primer año como jugador blaugrana.

Aun así, pese a que su adaptación está siendo mejor de lo que muchos podían esperar, El Principito se quiere ir. Ya se lo ha comunicado a su hermana, su agente. Busca una salida y le da igual si el Barça gana o no algún título este año. El jugador es una persona muy sensible y le está afectando anímicamente su rol dentro del vestuario. Prácticamente no tiene amigos aparte del clan francés, y se siente solo y apartado.

El Manchester United que ya preguntó en verano por él, cuando aún era colchonero, parece el más interesado y el que más dinero tiene para realizar una operación de este calibre. El Barcelona no le dejará salir por menos de 100 millones de euros para compensar los 120 que pagaron por él.

¿Acercará esto a Neymar al Barcelona? No. El club sigue pensando que si tienen opción de firmar a alguien Lautaro es elegido, aunque le pese a Leo Messi. El argentino ya no manda tanto.