Pep Guardiola le fuerza con su táctica más cruel: no es la primera vez

Que Pep Guardiola es un genio del deporte rey es algo indiscutible, tanto como que su punto débil está en el trato humano con sus propios jugadores. Hace poco nos hacíamos eco en Don Balón de las declaraciones de Angeliño, el último pupilo del de Sampedor descontento con su relación con el técnico ex del Barcelona. Ahora, el Kun Agüero, con el que todavía se especula sobre su futuro, parece haber tomado una decisión al descubrir la táctica que tiene su míster reservada para él. 

Las declaraciones del entrenador al comienzo de la semana, en las que afirmaba que no podía pensar en renovaciones (ni la de Agüero, ni la de Fernandinho) porque se encuentra en plena lucha por varios trofeos, han sido el detonante de las sospechas del crack argentino. Dejó claro que ya hablarían con su agente, pero esas palabras, más allá de calmar al máximo goleador histórico del equipo, le han hecho impacientarse más. Conoce los antecedentes del catalán con jugadores como Ronaldinho, Deco o Yaya Touré; por lo que no cree en que su situación dentro de la platilla pueda llegar a mejorar en las próximas jornadas. 

Guardiola sigue utilizando como excusa el decir que el delantero no se encuentra en su máximo nivel físico, pero el ex del Atlético de Madrid mantiene que está en plena forma desde hace varias semanas. Es un problema grave de comunicación, Agüero no es que se quiera ir, sino que el comportamiento y la falta de confianza de su técnico le están llevando a tener que despedirse de su club de la manera más triste, según cuenta el Daily Mail. Mientras todo esto ocurre, siguen lloviendo las informaciones sobre la búsqueda de un nuevo delantero joven por parte del banquillo del Manchester City. Más leña al fuego.  

Recientemente diferentes medios han informado de un posible ofrecimiento al Barcelona por parte del amigo de Messi, si bien ya le habrían comunicacdo que tendría que reducir más de la mitad los 15 millones que percibe por temporada. La situación del internacional albiceleste de 32 años es complicada, y culpa de ello al propio Pep Guardiola.