Vinícius y Xabi Alonso, bronca en el entrenamiento, no le va a pasar ni una

Tensión en el primer entrenamiento serio del Real Madrid en plena preparación de la temporada

Vinícius y Xabi Alonso, bronca en el entrenamiento, no le va a pasar ni una

El Real Madrid ha arrancado la pretemporada con el tiempo justo. Menos de dos semanas para el primer partido de Liga y una exigencia física máxima. Xabi Alonso lo sabe y ha impuesto dobles sesiones y mucha intensidad en cada entrenamiento. En uno de esos partidillos internos, saltó la chispa.

Vinícius, siempre protagonista dentro y fuera del campo, recibió una indicación directa del técnico: más presión arriba. El tolosarra no quiere excepciones. Con él, las estrellas también corren. Sin embargo, el brasileño no encajó bien la corrección. Considera que no era un momento clave y que no tiene sentido insistir tanto en un aspecto que, como delantero, no ve prioritario.

El enfado fue visible. Xabi, firme, mantuvo su postura. No le va a pasar ni una. Ya dejó claro que su etapa no será como la de Carlo Ancelotti, donde algunas licencias pasaban desapercibidas. Aquí, todos juegan bajo las mismas reglas.

Vinícius

Una relación con fricción desde el inicio

La situación no ayuda. Vinícius vive semanas tensas por su renovación y siente que el entrenador no le trata igual que a otros. Incluso ha deslizado que Kylian Mbappé, recién llegado, recibe un trato más favorable. La comparación duele y alimenta la sensación de que Alonso ya tiene un “favorito” en la delantera.

En el club, algunos ven este choque como algo normal. Es parte del proceso de adaptación a un nuevo técnico con un estilo más exigente y menos permisivo. Otros temen que la relación pueda enquistarse si las victorias no llegan rápido.

Por ahora, Alonso sigue firme en su idea: intensidad, presión y compromiso defensivo de todos. Vinícius, por su parte, quiere centrarse en su juego y evitar desgastarse en tareas que no siente como propias. El equilibrio entre estas dos visiones marcará no solo el rendimiento del equipo, sino también la convivencia en el vestuario.

La pretemporada es corta, pero el pulso ya ha empezado. Y, si algo ha quedado claro, es que ni Alonso piensa aflojar, ni Vinícius cambiará fácilmente su forma de entender el fútbol. Todo apunta a que esta no será la última chispa entre ambos en lo que promete ser una temporada intensa.