Xabi Alonso calentó a Dani Carvajal para que fuera a por Lamine Yamal
El técnico tolosarra animó a su equipo para vengarse de las palabras del jugador del Barça
El Clásico entre el Real Madrid y el FC Barcelona tuvo uno de los momentos más calientes que se recuerdan en los últimos años con una tangana final tras el pitido final. Varios jugadores del conjunto blanco se fueron a por Lamine Yamal para recriminarle las palabras que hizo unos días antes, cargando contra el club madrileño. Y eso, fue por culpa de Xabi Alonso, entre otros.
El técnico calentó a todo el equipo y, en especial, a Dani Carvajal, como capitán, para que se vengaran de las declaraciones que realizó el extremo, teniendo en cuenta que no podían permitir que un chaval de 18 años dijera esas cosas de su club. Por eso, varios futbolistas, una vez terminó el partido, aprovecharon la victoria del Madrid para ir a recriminarle seriamente a Lamine.
Xabi Alonso animó al equipo a vengarse de las palabras de Lamine Yamal
Y ahí, empezó la gran tangana, con otros jugadores del Barça protegiendo a su compañero y teniendo que separarlo de otros futbolistas del Madrid, muy enfadados con el delantero. Principalmente, fueron dos capitanes, como Carvajal y Thibaut Courtois, que le dijeron las cosas más graves a Lamine, ya que quisieron representar al equipo desde el brazalete que llevan en el brazo.

Alonso dejó claro en la última semana del Clásico que la cosa no podía acabar así, y como hizo él en el pasado con Xavi Hernández y Andrés Iniesta, comunicó a sus jugadores que se tenían que dejar la piel en el terreno de juego para vengarse de las palabras de un futbolista que tan solo tiene 18 años y no puede decir lo que dijo respecto al Madrid, aunque sea el eterno rival.
Carvajal y Courtois, como capitanes, fueron los más agresivos hacia él
El tolosarra cree que estas palabras de Lamine alentaron al conjunto blanco, que jugó con más ganas e intensidad sobre el césped que el Barça, ya que no querían dejar escapar la oportunidad de ganar el Clásico y, posteriormente, irse a por el extremo catalán para vengarse de sus declaraciones, pero en el vestuario quedó claro que solo lo harían después del encuentro, se ganara o se perdiera.