Xabi Alonso lo castiga y lo deja en el banquillo ante el Manchester City
Una decisión inesperada agita el duelo de Champions
El duelo de hoy entre el Real Madrid y el Manchester City no es solo uno de los grandes encuentros de la fase liga de la Champions League: también se ha convertido en un examen directo para Xabi Alonso. Cuando el sorteo emparejó a ambos equipos, nadie imaginaba que el técnico llegaría al choque tan señalado. Los últimos resultados, solo tres victorias en los últimos ocho partidos, han encendido las alarmas en un Bernabéu que empieza a perder la paciencia. El equipo sigue dentro del Top 8 europeo con 12 puntos, bien posicionado tras superar a Marsella, Kairat Almaty, Juventus y Olympiacos, pero el tropiezo en Anfield y la sensación de inestabilidad han hecho ruido.
Hoy, además, Alonso afronta el partido casi sin defensa: Carvajal, Alaba, Alexander-Arnold, Militao, Huijsen y Mendy siguen fuera. Apenas cuenta con dos centrales sanos, Rüdiger y Asencio, y deberá improvisar en los laterales ante un City que llega con 10 puntos y la intención de reengancharse tras caer 0-2 ante el Bayer Leverkusen. Guardiola tampoco estará al completo, con la baja importante de Kovacic y la ausencia de Stones, pero aun así el City mantiene un once muy competitivo con Haaland, Foden y Doku preparados para castigar cualquier error blanco. Con este escenario tan delicado, cada decisión técnica pesa más de lo habitual… y Xabi Alonso ha tomado una que no ha pasado desapercibida.
Rodrygo vuelve a pagar los platos rotos
La gran sorpresa, y polémica, del once de Xabi Alonso para el choque de hoy es que Rodrygo vuelve a quedarse fuera. Otra vez. El brasileño, que hace apenas un año era indiscutible, encadena partido tras partido sin minutos, sin continuidad y sin la confianza del entrenador. La afición empieza a preguntarse qué está ocurriendo realmente. ¿Castigo? ¿Decisión táctica? ¿Desconexión total entre jugador y entrenador?
En un encuentro de tanta exigencia, con el equipo necesitado de chispa ofensiva y de futbolistas capaces de marcar diferencias, la ausencia de Rodrygo resulta todavía más llamativa. Su papel ha ido menguando hasta el punto de convertirse en un habitual del banquillo, una situación que preocupa tanto como sorprende.
Mientras Vinicius y Mbappé parten como titulares, el brasileño observa desde fuera otra oportunidad que se escapa. Y así, la decisión de Alonso añade más tensión a un ambiente ya cargado. Si el plan sale bien, el entrenador respirará. Si sale mal, su gestión del vestuario, y el caso Rodrygo en particular, se convertirá en una tormenta difícil de frenar.