James Rodríguez y el Barça luchan por el mismo crack: a tiro

James Rodríguez y el Barça luchan por el mismo crack: a tiro

El genial jugador está en el disparadero y al alcance del Everton y los blaugranas

Más que un acercamiento por parte del Everton, de los ex Real Madrid James Rodríguez y Carlo Ancelotti, o el FC Barcelona de Ronald Koeman, la situación ha sido a la inversa, con el genial futbolista de la Serie A colocándose en algunos de los clubs a los que podría llegar en estas fechas que restan del mercado de fichajes invernal. Lo bueno para el jugador es que su club no se opone a que busque equipo, aunque lo tiene complicado.

Porque si el Inter de Milan deja a Christian Eriksen negociar su salida, como decimos, su ficha hace de bloque de contención para todos los posibles interesados en contratar sus servicios. Y es que el jugador tiene un coste anual para el cuadro nerazzurro según Telegraph de unas 300.000 libras esterlinas semanales, lo que equivale a unos 337.000 euros por semana; o lo que es lo mismo, más de 17 millones por temporada.

James

No es una cifra menor ni baladí para todo aquel que intente un acercamiento al mediocampista ex del Tottenham, que por sus pocos minutos y su choque de voluntades con Antonio Conte, técnico del Inter, necesita un destino lejos de la capital de Lombardía. Y ese destino podría ser Liverpool, en el Everton de James, Ancelotti, Richarlison y los demás; pero también Barcelona en el Barça de Leo Messi, Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, Sergio Busquets, Gerard Piqué y compañía.

Y aún con todo en ambas entidades cuenta con importantes óbices. El primero, como decimos, es su sueldo, absolutamente millonario (es uno de los jugadores mejor pagados de la liga italiana y del fútbol europeo); pero no es el único, ya que el jugador y su entorno desean ir a un equipo con aspiraciones de Champions League y donde tenga protagonismo. Quizá por eso haya rechazado otro de sus pretendientes al danés, como era el Leicester de la liga británica, que no se puede permitir sus emolumentos. Parece que las ganas no van a ser suficientes armas para que Eriksen salga de Milán y, salvo milagro del equipo del colombiano o el cuadro culé, se quedará a la sombra de Conte.