La Juve encarrila su tridente 22/23: Dybala y Chiesa junto al uruguayo

La Juve encarrila su tridente 22/23: Dybala y Chiesa junto al uruguayo

La Juve planea un golpe millonario sobre la mesa, primer paso para avivar el proyecto

Es difícil negar que la Juventus se ha convertido en una de las grandes decepciones de la temporada por los resultados cosechados hasta el momento en la Serie A, algo que resulta complejo de entender dado que el cuadro turinés se ha mostrado muy solvente en la fase de grupos de la Champions League y, por el momento, los de Allegri lideran la tabla por delante del Chelsea a falta de dos partidos.

A pesar de ello, el equipo ha mostrado un sinfín de carencias en estos primeros meses del curso y las dificultades manifestadas para sacar los partidos adelante en el campeonato doméstico ha conllevado que Andrea Agnelli se haya lanzado al mercado para tratar de acercar posturas con uno de los delanteros que mejor rendimiento está ofreciendo actualmente, Darwin Núñez, con vistas a tratar de sellar su fichaje el próximo verano y reforzar la parcela ofensiva con un tridente de primer nivel junto a Federico Chiesa y Paulo Dybala, si es que este último finalmente firma su renovación con la Juve, como así parece que será de forma inminente.

Cheisa

El delantero uruguayo ha cosechado esta temporada la friolera de 8 goles y 2 asistencias en solamente 10 partidos disputados, siendo algunos de ellos de vital importancia (como los anotados contra el FC Barcelona) para que el Benfica tenga muchas opciones de colarse en los octavos de final de la Champions League. Pero eso no es todo, ya que aparte de esas excepcionales cifras hay otro factor que ha provocado que su nombre se haya puesto a la cabeza de la lista de opciones que maneja Allegri para apuntalar la delantera de la Vecchia Signora las próximas campañas: el charrúa aún tiene 22 años y su proyección se prevé extraordinaria atendiendo a las prestaciones que viene dejando últimamente.

Precisamente ese buen rendimiento ofrecido en el conjunto lisboeta provocó que la directiva del Benfica estrechara lazos con el jugador y renovara su contrato el año pasado hasta 2025, señal inequívoca de que el club luso no está dispuesto a desprenderse del futbolista a menos que la oferta se acerque a los 50 millones de euros, una cifra que el cuadro bianconero estaría dispuesto a abonar en cuanto se certifiquen las salidas de Bernardeschi, Kulusevski o McKennie.