Ainhoa Armentia lleva muy mal que Iñaki Urdangarin la deje en el hotel
Los hijos de Iñaki Urdangarin no pueden ni ver a Ainhoa Armentia

Desde que decidió comenzar una nueva vida junto a Ainhoa Armentia, Iñaki Urdangarin ha estado más que decidido a formar una familia con su nueva pareja y sus cuatro hijos. El que fuera Duque de Palma no quiere perder a Juan, Pablo, Miguel e Irene. Es por este motivo que, desde hace tiempo, ha sido muy insistente a la hora de intentar unir a la familia de la mejor manera posible. Y es que Iñaki sabe que las presiones de la infanta Cristina pueden afectar gravemente a su relación con sus hijos, los cuales siempre han tenido cierto recelo hacia Ainhoa.
En este sentido, no han sido pocas las ocasiones en las que alguno de los hijos de Iñaki Urdangarin ha montado un papelón al ver que su padre llegaba a una cita con ellos, acompañado de Ainhoa Armentia y sus dos hijos. Siendo reincidente en esto una Irene que no soporta compartir tiempo con la pareja de su padre, a la que siempre ha acusado de ser una interesada y de estar buscando dinero y fama a costa de Iñaki Urdangarin.
Ainhoa se queda abandonada en la habitación de los hoteles
Consciente de que los conflictos ya son algo inevitable, Iñaki Urdangarin ha optado por cortar por lo sano y evitar que, por ahora, Ainhoa e Irene se encuentren. El que fuera Duque de Palma quiere acercar posturas con su hija antes de que se vuelva a ver con Ainhoa. Es por este motivo que, en las últimas reuniones entre padre e hija, Ainhoa se ha tenido que quedar encerrada en la habitación del hotel. Algo que no ha gustado nada.
La abogada se siente muy humillada por la hija de su pareja. Considera que no ha hecho nada tan malo como para que la traten así de mal y no lleva bien que Iñaki acepte estas actitudes por parte de su hija, la cual, al fin y al cabo, está haciendo todo lo posible por romper la relación de su padre con Ainhoa Armentia.
Así pues, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia es esa sensación de abandono que siente la abogada cada vez que su pareja la deja sola en la habitación del hotel para estar con Irene.