Alberto de Mónaco está cada vez peor y Carolina ya se prepara para el trono

En Mónaco ya no pueden seguir mirando hacia otro lado. El estado de salud de Alberto de Mónaco está cada vez más deteriorado y el príncipe, a sus 67 años, está pagando con creces las consecuencias de décadas con un estilo de vida desordenado. Fumar, beber y comer sin control le han pasado factura y ahora su cuerpo le está avisando de que no puede seguir al mismo ritmo.

En estos últimos meses, el aspecto de Alberto de Mónaco ha empeorado de forma evidente. Se le ve con el rostro apagado, más hinchado que nunca, con muchas dificultades para moverse y con un estado físico que deja claro que está envejeciendo de forma acelerada. Cada aparición pública del príncipe deja a todos preocupados y no son pocos los que temen que, de seguir así, la sucesión en el Principado de Mónaco llegue antes de lo que nadie esperaba.

Carolina ya prepara la sucesión de su hermano

De hecho, fuentes cercanas a la familia real monegasca aseguran que Carolina de Mónaco ya está moviendo hilos en la sombra ante el posible fallecimiento repentino de su hermano. Porque, si bien todos saben que Alberto está mal, la gran incógnita es cuándo podría dar un susto que obligue a un cambio urgente en el Principado. Y lo más delicado de todo es que Jacques, con tan solo 10 años, está lejos de poder asumir un papel de liderazgo en Mónaco.

Carolina de Mónaco, con todo, ya habría propuesto dos posibles escenarios si Alberto muere. El primero, que Charlene asuma como regente hasta que Jacques sea mayor. Pero con Charlene también hay muchas dudas por su delicado estado mental, que genera desconfianza entre los que toman decisiones en el Principado. Por eso, Carolina se ha postulado como la mejor opción para asumir el trono, asegurando que, por experiencia y por estabilidad, ella es quien puede mantener el control de Mónaco en un momento tan complicado.

Así pues, ante el preocupante estado de salud de Alberto de Mónaco, Carolina ya se prepara para un posible escenario de emergencia en el Principado. Porque nadie descarta que la sucesión se adelante antes de lo previsto.