Camilla Parker Bowles ha estado manipulando a Carlos III para que no se hable con sus hijos

Hace ya cinco años que dura la crisis de convivencia entre el Príncipe Harry y la Casa Real de Gran Bretaña. Pues, desde que los Duques de Sussex tomaron la decisión de poner fin a su etapa en Buckingham, su relación con la familia Windsor no es que haya sido mala, ha sido nula. Pues, tal y como señalan personas cercanas a Buckingham, Carlos III lleva sin hablarse con su hijo menor, desde que Harry y Meghan se fueron a vivir en Estados Unidos. Algo que empeoró a raíz de las incendiarias declaraciones de los Duques de Sussex.

En este sentido, la única persona que parece que se está beneficiando de los problemas de relación entre Carlos III y su hijo menor, es Camilla Parker Bowles, que desde antes de que se fuera a Estados Unidos. Lo que ha hecho que este enfrentamiento le haya venido muy bien a una Camilla que se esfuerza a la hora de fomentar que la relación entre padre e hijo sea tan mala como le sea posible.

Camilla siempre se sintió desplazada y maltratada

Según se han encargado de revelar fuentes cercanas a la Casa Real de Gran Bretaña, desde su llegada a Buckingham, Camilla Parker Bowles se ha sentido constantemente señalada y atacada por los hijos de su marido. Pues, a pesar de que su relación siempre ha sido especialmente mala con el Príncipe Harry, tampoco se aguanta con el Príncipe Guillermo, con el que, a pesar de convivir, tampoco mantiene una relación especialmente buena. Más bien todo lo contrario.

Carlos III está siendo manipulado por su esposa

Ante esta pésima relación entre Camilla y los Príncipes Harry y Guillermo, la consorte no se está quedando de brazos cruzados. De hecho, tal y como hemos podido saber, Camilla Parker Bowles habría estado manipulando a su marido para entorpecer su relación con sus hijos y eviatndo que tenga una relación demasiado buena con ambos.

Así pues, Camilla Parker Bowles está siendo la encargada de manipular a Carlos III para hacer que el Rey de Inglaterra no pueda tener una buena relación con sus dos hijos. Un cometido que que estaría cumpliendo con creces.