Camilla Parker Bowles lleva décadas luchando contra una adicción que amenaza a su vida
La reina Camilla no es capaz de dejar sus vicios

En Buckingham todos los ojos están puestos en la salud de Carlos III. Sin embargo, Camilla Parker Bowles tampoco es que esté pasando por el mejor momento de su vida en lo que a salud se refiere. Y es que, después de haber pasado varios meses luchando contra una muy complicada infección de pecho, la esposa de Carlos III todavía tiene algunos problemas para llevar una vida normal. Pues, las precauciones que debe llevar para proteger a su organismo son máximas. Algo que se vuelve más delicado si tenemos en cuenta que a Camilla no le gusta llevar una vida especialmente sana.
En este sentido, tal y como se han encargado de revelar las fuentes más cercanas a Camilla Parker Bowles, la consorte lleva muchos años ignorando las peticiones de los médicos de Buckingham. Una serie de advertencias, las de los médicos, que van relacionadas con el estilo de vida poco saludable que lleva la reina Camilla, que sigue fumando y bebiendo como si tuviera treinta años menos.
Camilla lleva muchas décadas siendo una adicta
A pesar de que siempre se va a negar a reconocerlo, la realidad es que Camilla Parker Bowles lleva más de media vida siendo adicta al alcohol y al tabaco. Unas sustancias que desde que las comenzó a consumir sobre los 20 años, han formado parte de su día a día hasta ahora, que ya tiene 77 años y su cuerpo no recibe tan bien la ingesta del humo del tabaco y del alcohol.
Esta mala vida ha hecho que los médicos encargados de cuidar de Camilla se escandalicen cuando conocen los hábitos de la consorte. Y es que nunca se ha preocupado por tratar de mejorar las costumbres de su día a día. Más bien todo lo contrario, cuanto más le piden que cambie y deje de fumar y beber, más ganas parece que tiene de hacerlo. Algo que, al fin y al cabo, le está quitando años de vida de calidad.
Así pues, por mucho que insistan desde su entorno y desde su equipo médico, Camilla Parker Bowles sigue siendo reacia a dejar atrás su gusto por el vino y por el tabaco. Unas adicciones que parece que la acompañarán hasta el final de sus días.