Camilla Parker Bowles quiere asegurarse la herencia de Carlos III en detrimento de sus nietos
La reina Camilla no quiere que los hijos de Harry reciban nada
Con el paso del tiempo, Camilla Parker Bowles ha ido siendo cada vez más consciente de que Carlos III está en un punto muy delicado de su vida y que la muerte es algo que ni hay que descartar ni se puede ver como algo excesivamente lejano. De hecho, los médicos de Buckingham ya han ido mentalizando a los familiares del Rey de Inglaterra de cara a un fallecimiento que consideran que puede llegar más pronto que tarde, por culpa de los efectos que pueda llegar a dejar el cáncer en su cuerpo, lo que ha alarmado mucho a Camilla.
La consorte sabe que la muerte de su marido podría dejarla sola en Buckingham y sin ningún tipo de apoyo. Es por este motivo que quiere que, como mínimo, su marido le deje una muy buena herencia que le permita mantener un nivel de vida muy lujoso y evite que tenga que preocuparse de más por los gastos del día a día y de las consecuencias que pueda tener para ella la llegada de Guillermo de Gales al trono.
Los hijos de Harry y Meghan lo pagarán todo
Pero lo que más ha sorprendido en el entorno de la Familia Real británica es la firme intención de Camilla de dejar fuera del testamento a los hijos del príncipe Harry, Archie y Lilibet. La reina consorte considera que, tras la salida del duque de Sussex de la institución monárquica y sus constantes ataques mediáticos, sus descendientes no tienen derecho alguno a disfrutar de la fortuna real.
Según fuentes cercanas, Camilla habría presionado a Carlos para que modifique ciertas cláusulas de su herencia, asegurando que lo justo sería premiar a quienes han estado a su lado y no a quienes han decidido vivir en California ajenos al deber real. Esto incluiría beneficiar a sus propios nietos, los hijos de Tom Parker Bowles y Laura Lopes, frente a los Windsor “díscolos”.
El ambiente en Buckingham es tenso. La guerra fría entre Camilla y Meghan Markle podría estar a punto de estallar y, con ella, una nueva batalla por la fortuna del rey Carlos III, que dejará una gran fortuna en su testamento.