Camilla Parker Bowles sabe que el Príncipe Guillermo irá contra ella cuando sea Rey

El estado de salud de Carlos III sigue empeorando a pasos agigantados. El monarca británico, que lucha contra un cáncer que no termina de ceder, ya se enfrenta a un diagnóstico reservado y poco esperanzador. En Buckingham ya se preparan para lo peor y, entre bastidores, se empieza a hablar abiertamente del relevo. Un relevo que pasa, inevitablemente, por Guillermo de Gales, quien ya se prepara para asumir el trono y convertirse en el próximo Rey de Inglaterra. Un papel para el que lleva años preparándose y que podría marcar un antes y un después en la historia reciente de la monarquía británica.

Pero no todos en Buckingham ven con buenos ojos la posible llegada de Guillermo al trono. La más preocupada, sin lugar a dudas, es Camilla Parker Bowles. Más allá del estado crítico de su marido, lo que verdaderamente mantiene en vilo a la Reina consorte es la figura de su hijastro. La relación entre ambos nunca ha sido buena. De hecho, ni Guillermo ni Harry quisieron nunca que Camilla pusiera un pie en Buckingham, ni mucho menos que se casara con su padre.

Guillermo y Harry detestan a Camilla

Así lo confesó en su día el propio Harry de Sussex: tanto él como su hermano le suplicaron a Carlos que no se uniera en matrimonio con la que, a sus ojos, era la gran responsable del sufrimiento de su madre, Diana de Gales. Un rechazo que ha marcado todas las interacciones entre Camilla y los hijos del rey durante años, hasta desembocar en un profundo desprecio mutuo.

Por eso, y según apuntan medios británicos, Camilla habría rogado ya a Carlos III que interceda por ella y la proteja frente a lo que pueda hacer Guillermo una vez reine. No se trata solo de ser relegada a un segundo plano, sino de ser despojada de todos los privilegios que ahora disfruta como Reina. Camilla teme, y con razón, que su hijastro aproveche su ascenso para apartarla del todo.

Así pues, todo apunta a que la que acabará pagando el pato será Camilla Parker Bowles, ya ques si algo tiene claro la consorte, es que el Príncipe Guillermo no olvida. Y mucho menos, la va a perdonar a ella.