Carlos III ha sido el que bloquea el divorcio de Kate Middleton y el Príncipe Guillermo
El divorcio de los Príncipes de Gales sería fatal

Carlos III es cada vez más consciente de que su etapa como Rey de Gran Bretaña se acerca a su final. El monarca británico sigue librando una dura batalla contra un cáncer de colon que no da tregua y que mantiene en vilo tanto a su entorno como a toda la institución. Una situación crítica que ha llevado a Carlos a centrarse por completo en su sucesión: desde preparar discretamente la Operación Menai Bridge hasta mantener largas conversaciones con Guillermo de Gales, con el objetivo de dejar todo bien atado y asegurarse de que el relevo no solo sea fluido, sino también estable para la corona.
En ese proceso, el rey ha tenido que intervenir directamente en el matrimonio de su heredero y Kate Middleton. Porque lejos de la imagen de pareja idílica que proyectan de puertas afuera, lo cierto es que los Príncipes de Gales llevan tiempo distanciados. Tanto, que fuentes próximas aseguran que Kate llegó a plantearse el divorcio muy seriamente, con los documentos ya preparados para firmar. Una situación límite que forzó a Carlos III a actuar, mediando entre su hijo y su nuera para evitar un escándalo que amenazaba con hacer tambalear la línea de sucesión.
Carlos III bloqueó todos los intentos de divorcio
Según han revelado fuentes cercanas a la Casa Real, no fue un episodio aislado. Las crisis entre Guillermo y Kate se arrastran desde hace años, y hubo varios intentos previos de separarse. Pero fue en este último, a comienzos de 2024, cuando la amenaza de ruptura estuvo más cerca que nunca de materializarse. Fue entonces cuando Carlos intervino con firmeza y propuso una solución de mínimos: que hicieran vidas por separado, sin llegar a divorciarse oficialmente. Una fórmula que, de hecho, ya venían aplicando a medias, pero que ahora se habría formalizado del todo.
Carlos quiere dejar todo cerrado
Antes de abdicar o dar un paso atrás definitivo, Carlos III quiere cerrar los grandes frentes. Entre ellos, también está pendiente una esperada reunión con Guillermo y Harry, con la que pretende limar asperezas entre los hermanos. Pero si algo ha quedado claro en todo este proceso, es que, de no ser por la presión del Rey, Kate Middleton hoy ya estaría fuera de la Casa Real.