Carlos III quiere que el Príncipe Harry esté en su funeral

El Príncipe Harry está abierto a una reconciliación con su padre

Carlos III quiere que el Príncipe Harry esté en su funeral

En Buckingham Palace ya se habla en voz baja del funeral de Carlos III. Aunque oficialmente se mantiene la narrativa de que el Rey está estable, lo cierto es que su salud es mucho más frágil de lo que se cuenta de puertas afuera. Los médicos mantienen al monarca bajo un control estricto, pero saben que cualquier complicación podría precipitar el final antes de lo esperado. Y el propio Carlos III, plenamente consciente de su realidad, ha manifestado un deseo que deja clara la situación: quiere que el Príncipe Harry esté en su funeral.

Es una petición que, para muchos, refleja las verdaderas prioridades del Rey. Porque por encima de tensiones, declaraciones incendiarias y entrevistas explosivas, Carlos III sabe que no quiere irse sin cerrar el círculo con su hijo menor. Y Harry lo sabe. De hecho, ya le han transmitido al Duque de Sussex que el estado de su padre podría deteriorarse en cuestión de semanas, y eso le ha empujado a un movimiento que parecía imposible hace apenas unos meses.

Carlos III

Harry se abre a hablar con su padre

Harry está dispuesto a dar pasos que nadie imaginaba. Sabe que sus decisiones y su forma de exponer públicamente los trapos sucios de la familia han hecho daño, y aunque sigue convencido de que Meghan y él no fueron tratados con justicia, también reconoce en privado que hay palabras que nunca debieron salir de su boca. El príncipe no quiere vivir con el peso de no haber podido despedirse bien de su padre, ni de dejar abierta una herida que podría acompañarle toda su vida.

Es por este motivo que en las últimas horas se ha producido un primer contacto entre los asesores de Carlos III y los de Harry. Se está negociando una reconciliación real, sin cámaras, sin titulares, pensando únicamente en que el Rey pueda irse en paz. Porque Carlos III quiere mirar a los ojos a su hijo antes de morir, y Harry quiere que su padre pueda partir sin rencor.

Así pues funeral de Carlos III, que aún no tiene fecha pero sí planificación, se está convirtiendo en el símbolo de una paz necesaria. Y en Buckingham lo saben: es cuestión de tiempo.