Carlos III se niega a dejar de beber whisky por el tratamiento contra el cáncer

El Rey de Inglaterra no quiere cambiar sus costumbres

Carlos III se niega a dejar de beber whisky por el tratamiento contra el cáncer

En Buckingham llevan mucho tiempo con preocupaciones muy serias respecto del estado de salud del Rey Carlos III. El monarca inglés sigue sin dar respuesta alguna al tratamiento contra el cáncer al que lleva sometiéndose desde hace más de un año. Situación que ha hecho que los médicos de Buckingham hayan comenzado a perder toda esperanza de salvar la vida del monarca inglés,que, por su parte tampoco está realizando un gran esfuerzo a la hora de hacer que su enfermedad remita para así poder llevar una vida con una calidad mínima.

En este sentido, tal y como se han encargado de revelar fuentes cercanas a la Casa Real de Gran Bretaña, no es que Carlos III esté decidido a seguir al frente de Buckingham, pase lo que pase. Sino que tampoco está haciendo caso a sus médicos a la hora de seguir otras indicaciones que deberían ayudarlo a mejorar su delicado estado de salud. El cual requiere reposo y un seguimiento claro de las indicaciones de los profesionales.

Carlos III

Carlos III sigue disfrutando de su viejas costumbres

Por mucho que sus médicos le hayan pedido que, por favor, ponga fin a sus malas costumbres y que comience a guardar reposo y a controlar muy bien todo lo que ingiere a lo largo del día, la realidad es que Carlos III acaba haciendo lo que le viene en gana. De modo que ya es costumbre verlo fuera de casa paseando cuando debería estar descansando en el sofá o, cuando pasa tiempo en casa, bebe whisky, algo altamente nocivo para él.

Carlos III y Camilla Parker Bowles sufren por lo mismo

La realidad es que tanto Carlos III como la Reina Camilla arrastran el mismo problema desde hace varios años. Pues, mientras que para él, el consumo del mejor whisky es algo absolutamente básico y necesario en el día a día, para Camilla Parker Bowles lo es el consumo de vino y de tabaco. Unos malos vicios que les pueden acabar saliendo muy caros.

Así pues, por mucho que se lo pidan los médicos, Carlos III se sigue negando a dejar el consumo de vino, el cual puede estar interfiriendo en su tratamiento contra el cáncer.