Casa Real acuerda los detalles del funeral: “Los médicos no le dan más de un año de vida”
Irene de Grecia está cada vez peor
La princesa Irene de Grecia, conocida cariñosamente en la familia como la tía Pecu, atraviesa el tramo final de su vida. Su deterioro por culpa del Alzheimer es ya imparable y en Zarzuela se da por hecho que sus días se acortan rápidamente. Personas cercanas a la Casa Real confiesan que “los médicos no le dan más de un año de vida”, y ante esta certeza se han activado discretamente los protocolos para organizar su funeral.
El plan ya está decidido: Irene será enterrada en Grecia, junto a su hermano Constantino y su padre, el rey Pablo de Grecia, cumpliendo así su deseo más íntimo. Desde hace tiempo dejó escrito que quería descansar en su país natal, y no en España, donde ha residido durante casi medio siglo al lado de su hermana, la reina Sofía. “La princesa Irene de Grecia será enterrada junto a su hermano Constantino en su país natal”, aseguran desde Zarzuela, donde confirman que todo está listo para que, llegado el momento, se cumpla la voluntad de la princesa.

La reina Sofía lo está pasando muy mal
La situación no solo afecta a Irene, que ya vive completamente dependiente, sino que sacude de lleno a su hermana Sofía. La reina emérita atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida. A los 86 años, debe afrontar que la persona que ha sido su mayor apoyo desde la marcha de Juan Carlos I se apaga lentamente. Y es que Sofía e Irene han compartido no solo techo en el Palacio de la Zarzuela, sino también la intimidad de una convivencia fraterna y sólida, tejida durante décadas.
La crudeza del Alzheimer ha borrado en Irene la capacidad de reconocer a los suyos. Ya no camina sola, apenas reacciona, y necesita ayuda incluso para alimentarse. En su mirada perdida, su hermana Sofía reconoce que la mujer con la que compartió toda una vida ya no está. Aun así, la acompaña día y noche, negándose a dejarla sola en esta recta final.
Así pues, el destino de Irene ya está marcado. Grecia la recibirá para siempre, y Sofía deberá prepararse para despedirla en silencio. Una separación inevitable que dejará un vacío inmenso en Zarzuela y en la propia reina emérita, que afronta la certeza de que, muy pronto, dirá adiós a su inseparable tía Pecu.