Casa Real apartó a la infanta Cristina cuando confirmó que consumía sustancias estupefacientes

Una relación controvertida que alteró la imagen pública de la infanta Cristina

Casa Real apartó a la infanta Cristina cuando confirmó que consumía sustancias estupefacientes

La vida sentimental de la infanta Cristina siempre ha sido un tema delicado para la Casa Real. Aunque nunca estuvo en la línea de sucesión para reinar, su vida personal fue objeto de muchas críticas. Su relación más conocida fue la que mantuvo durante más de dos décadas con Iñaki Urdangarin. El romance empezó de forma discreta, pero pronto se convirtió en un constante foco de atención mediática. No era el único amor que complicó su vida. Durante un tiempo, la infanta estuvo muy cerca de Jesús Rollán, un conocido waterpolista con un carácter rebelde y problemático.

La relación con Rollán fue especialmente polémica. A pesar de la fuerte atracción entre ellos, la Casa Real no vio con buenos ojos la amistad que Cristina mantenía con el deportista. Rollán tenía una vida nocturna descontrolada y su relación con las drogas lo puso en una situación muy delicada. Se sabe que, en una ocasión, los escoltas de la infanta tuvieron que intervenir cuando él se saltó un par de semáforos en rojo para eludir la vigilancia. Esta actitud de Rollán no fue bien recibida por la familia real, que temía que su hija se viera arrastrada por un entorno peligroso.

Infanta Cristina y Elena

La infanta Cristina y el consumo de sustancias

El mayor golpe para la Casa Real llegó cuando se descubrió que Jesús Rollán tenía problemas serios con las drogas. Según relatos cercanos, el waterpolista sufrió brotes psicóticos debido al consumo de cocaína, lo que empeoró su ya delicado estado emocional. La infanta Cristina, a pesar de estar profundamente enamorada, terminó distanciándose de él cuando las consecuencias de su comportamiento se hicieron insostenibles.

El consumo de sustancias estupefacientes por parte de Rollán y sus efectos en su vida personal y profesional fueron el catalizador de su separación con la infanta. La Casa Real, preocupada por la imagen pública de la familia, tomó cartas en el asunto. Se decidió apartar a Cristina de ciertas situaciones y se incrementó la vigilancia sobre sus relaciones personales. La Casa Real no quería que la infanta fuera vista en un entorno tan problemático, especialmente después de los escándalos relacionados con Rollán. A partir de ese momento, la vigilancia sobre Cristina se intensificó, con el objetivo de proteger su bienestar y la estabilidad de la institución.

Este episodio dejó claro que, aunque la infanta Cristina no estaba destinada a reinar, su vida personal siempre fue un asunto que preocupaba profundamente a la Casa Real.