Casa Real y sus padres llaman la atención a Leonor por llegar en condiciones inadecuadas a Elcano
La Casa Real afronta un nuevo episodio que pone a prueba la imagen y el papel institucional de la heredera
La princesa Leonor está atravesando un momento delicado. Aunque ha cumplido la mayoría de edad y vive con mayor independencia, su comportamiento reciente no ha pasado desapercibido para Casa Real. Las imágenes filtradas desde Chile, donde se la ve con una jarra de cerveza en la mano, han encendido las alarmas. No gustaron nada en Zarzuela.
Según diversas fuentes, lo que realmente molestó no fue la cerveza en sí, sino la imagen: una heredera al trono, con una bebida de litro, y en actitud despreocupada. Dicen que llegó al buque Juan Sebastián Elcano algo "alegre", lo que no pasó desapercibido para sus superiores. Aunque este tipo de comportamiento pueda considerarse normal en una joven de su edad, para una futura reina no lo es. Menos aún cuando se repite. En Colombia, según se ha sabido, Zarzuela logró frenar a tiempo unas nuevas imágenes similares.
Letizia y Felipe VI no han querido mirar hacia otro lado. Este fin de semana reunieron a sus asesores de forma urgente. Les preocupa, no solo la actitud de su hija, sino también la filtración de las imágenes, obtenidas de cámaras de seguridad. La divulgación fue una ilegalidad que vulnera la intimidad de Leonor. Sin embargo, en la era de los móviles, evitar nuevas fotos es casi imposible.

Una privacidad cada vez más difícil de proteger
Desde que Leonor inició su formación militar, primero con el Ejército de Tierra y ahora con la Armada, su figura ha ganado visibilidad. También ha aumentado la presión. En Brasil se la vio bailar en carnavales y en Uruguay, Casa Real logró frenar fotos en la playa. Pero no pueden estar en todas partes.
La princesa disfruta su libertad cuando puede: sale con amigos, ríe, baila y, como se ha visto, también bebe. Pero Letizia ya ha tenido una conversación seria con ella. No solo por su salud, sino por su imagen. Ser heredera al trono implica responsabilidades, y eso incluye evitar situaciones comprometidas.
Leonor, aunque joven, ya es consciente de lo que representa. Y sus padres le han dejado claro que no pueden permitirse más escándalos. La Corona, la opinión pública y el futuro de la institución están en juego.