Charlene de Mónaco lleva años siendo desleal al Príncipe Alberto y al Principado
Si se llega a investigar, Charlene saldrá mal parada

A nadie se le escapa que el matrimonio entre el Príncipe Alberto y Charlene siempre fue una completa farsa. Los máximos representantes del Principado de Mónaco nunca tuvieron ni el más mínimo interés en ser un matrimonio feliz ni nada similar. Su confirmación como pareja solamente responde a un interés de Charlene a la hora de acumular dinero y poder a partes iguales, mientras que Alberto necesitaba a una mujer con la que tener hijos legítimos que lo pudieran suceder. Lo que llevó a ambos a formalizar un matrimonio que con el tiempo ha demostrado ser una mera cortina de humo muy mal disimulada y que ha acabado pasando una muy seria factura a la salud mental de Charlene.
Sin embargo, Charlene podría haber tratado de meterse en cualquier otra Casa Real, pero si eligió Mónaco, fue por un motivo muy claro. El Principado es el lugar perfecto a la hora de enriquecerse. Los impuestos son una pequeña broma y nadie se preocupa por lo que se recauda en un país donde lo raro es no ser estúpidamente rico.
Charlene podría no haber cumplido con la legalidad
En este sentido, tal y como hemos podido saber, la Princesa Charlene se habría aprovechado, presuntamente, de su posición de poder para evadir impuestos y así hacerse todavía más rica al dejar de pagar un porcentaje no excesivamente elevado de sus ingresos. Algo que no se ha podido confirmar, pero que de investigarse podría dejar muy tocada la imagen de Charlene de Mónaco, que no se puede permitir que el mundo la vea como una criminal.
Alberto no tolera esta falta de lealtad
Uno de los principales puntos del pacto a través del que se casaron Alberto y Charlene era que la Princesa nunca iba a meterse en problemas con la ley. Especialmente en aquellos relacionados con temas económicos. Una promesa a la que Charlene habría fallado, siempre presuntamente, pero que, de confirmarse, dejaría bajo mínimos la confianza dentro del matrimonio entre los Príncipes de Mónaco.
Así pues, parece ser que Charlene no solamente ha usado su matrimonio para hacerse rica, sino que lo ha aprovechado para hacerse muy rica a base de la posible evasión de impuestos.