Charlene de Mónaco lleva años sin cuidar de sus hijos

Charlene se ha centrado más en su salud mental que en sus hijos

Charlene de Mónaco lleva años sin cuidar de sus hijos

La vida matrimonial de Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto nunca ha sido fácil. Desde hace años, su relación está marcada por una crisis constante que, lejos de resolverse, se ha ido agravando con el tiempo. El estrés emocional que ha generado esta unión ha sido tan profundo que ha acabado afectando seriamente a la salud mental de Charlene, quien ha recurrido de forma habitual al consumo de ansiolíticos y somníferos para sobrellevar el día a día.

Según fuentes próximas al Principado de Mónaco, la situación llegó a tal punto que Charlene tuvo que ser hospitalizada en varias ocasiones, debido al abuso de fármacos y al deterioro físico que esto provocó. Su entorno más cercano asegura que hubo momentos críticos en los que el cuerpo de la Princesa estuvo al límite, y que su recuperación ha sido larga, lenta y llena de altibajos.

Charlene

Charlene no ha sido una gran madre

Esta realidad ha tenido una consecuencia directa: Charlene de Mónaco no ha podido ejercer plenamente como madre. Durante largas etapas, se ha visto incapacitada para cuidar y acompañar a sus hijos, Jacques y Gabriella, quienes han pasado más tiempo al cuidado de asistentes, tutores y personas del entorno del palacio que con su propia madre. Una situación que ha marcado la infancia de los pequeños y que ha generado mucho malestar en el entorno institucional, ya que al fin y al cabo, ha sido la hermana de Alberto II la encargada de cuidar, en muchas ocasiones a los hijos de los Príncipes de Mónaco.

Pese a la imagen oficial de familia unida que el Palacio Grimaldi intenta proyectar, lo cierto es que la Princesa ha estado ausente en muchos de los momentos más importantes de la vida de sus hijos. Su lucha contra la dependencia farmacológica ha sido, y sigue siendo, uno de los temas más delicados dentro de la familia real monegasca.

Así pues, aunque biológicamente es la madre de Jacques y Gabriella, lo cierto es que Charlene de Mónaco no ha podido estar presente como hubiera deseado. Una ausencia que pesa, que duele, y que sigue marcando el día a día del principado, más allá de los actos oficiales y las apariciones públicas.