Compañeros de Leonor en el Blas de Lezo piden no dormir en el mismo camarote

Ya se ha descubierto porque Leonor dormía sola en Elcano

Compañeros de Leonor en el Blas de Lezo piden no dormir en el mismo camarote

Durante su travesía en Elcano, Leonor disfrutó de incontables privilegios por el simple hecho de ser la Princesa de Asturias. En este sentido, dentro de todas las libertades que se le daban a Leonor, una de las más envidiadas por parte de sus compañeros era la de tener a su plena disposición un camarote individual en el que podía dormir sola sin tener que estar junto al resto de sus compañeros. Algo que incomodaba especialmente a una Leonor que si hay algo que siempre ha valorado ha sido su intimidad y su privacidad en el día a día.

Sin embargo, en el Blas de Lezo no ha sido posible que Leonor tenga una habitación para ella sola. Los espacios son los que son y si no quería dormir sola en la sala de máquinas, tenía que ir junto a sus compañeros para dormir en habitaciones de varias personas. Algo que no solo ha molestado e incomodado a la Princesa de Asturias, sino que también impide el descanso de los demás.

Leonor

Los compañeros de Leonor la quieren lo más lejos posible

En este sentido, la razón detrás de la petición de los compañeros de Leonor de no dormir con ella, no responde a nada relacionado con lo bien o mal que se llevan. Pues, a pesar de que ha habido algún que otro encontronazo por el hecho de que la Princesa de Asturias no hace ninguna de las labores de abordo. Lo que genera rechazo y hace que no quieran dormir cerca de Leonor, son sus ronquidos. La hija de los Reyes de España generaría tanto ruido que hace imposible el descanso de los demás.

Esta situación no ha hecho sentir nada bien a una Leonor que se siente desplazada y en ridículo ante sus compañeros. Le da mucha vergüenza que la hayan escuchado como ronca por la noche. Lo que habría hecho que se apartara más y generara una mayor distancia respecto de sus compañeros.

Así pues, ha habido más de una queja en el Blas de Lezo, relativa a los ronquidos de una Leonor que no ve el momento en el que los oficiales de la fragata acepten darle una habitación privada.