Compañeros de San Javier explican que Leonor se duerme en clase

La rutina en la academia revela algunos desafíos inesperados en el día a día de la princesa

Compañeros de San Javier explican que Leonor se duerme en clase

La llegada de Leonor a la Academia General del Aire de San Javier no ha pasado desapercibida para nadie. Sus compañeros reconocen que la princesa se esfuerza, pero también admiten que no siempre consigue seguir el ritmo marcado. Y no es un ritmo cualquiera. Igual que en Zaragoza o en Marín, sus días empiezan a las 6:30 de la mañana: toca hacer la cama, dejar la habitación impecable, arreglarse y llegar puntualmente al desayuno antes del primer recuento. A las 7:30 ya están todos en clase, preparados para afrontar la jornada.

Aunque muchos alumnos ya están acostumbrados a este tipo de disciplina, para Leonor las madrugadas siguen siendo un reto. A ella nunca le ha gustado levantarse temprano, y más de un compañero comenta que la princesa acumula retrasos con cierta frecuencia. No es extraño que llegue corriendo, a veces con esa expresión de quien ha dormido apenas unos minutos más de la cuenta. También se comenta, en voz baja, que alguna noche se ha permitido salir con discreción en las horas libres, entre las siete de la tarde y el toque de queda a las 22:30. Nada fuera de lo común para alguien de su edad, pero suficiente para enfrentar una mañana difícil en el aula.

A esta rutina se suma un elemento extra: su miedo a volar. Mientras sus compañeros ya realizan prácticas en avión, Leonor trabaja desde el simulador. No lo hace por falta de voluntad, sino por seguridad, hasta que domine cada maniobra sin errores.

Leonor

El verdadero motivo de sus cabezadas: una enfermedad heredada

Sin embargo, quienes conviven con ella día a día insisten en que la causa de que Leonor se quede dormida en clase no tiene tanto que ver con trasnochar o con la falta de hábito. Según explican en su entorno, la princesa padece narcolepsia, la misma afección neurológica que sufrió Felipe VI en su infancia. Esta condición provoca somnolencia durante el día y episodios en los que la persona se queda dormida de manera repentina, incluso en situaciones que requieren plena atención.

Sus compañeros cuentan que, aunque Leonor es aplicada y toma apuntes con rigor, de vez en cuando su cuerpo simplemente desconecta. Ella lo intenta disimular, pero no siempre puede evitarlo. También se dice que no obtiene las calificaciones altísimas que algunos esperaban, algo comprensible si se tiene en cuenta la presión añadida de su papel institucional.

Según fuentes citadas por Monarquía Confidencial, la heredera siente que todo se analiza, todo se mira con lupa. Quiere relacionarse con naturalidad, como una más, pero teme ser juzgada por cada gesto. Y en medio de esa tensión, su narcolepsia se convierte en un obstáculo más difícil de ocultar.