Compañeros del Blas de Lezo se quejan a los oficiales de que Leonor no hace nada

Tras lo sucedido en Elcano, Leonor no hace nada en el Blas de Lezo

Compañeros del Blas de Lezo se quejan a los oficiales de que Leonor no hace nada

Después de pasar más de cinco meses en alta mar a bordo de Elcano, Leonor ha vuelto a España para embarcarse en una nueva aventura marítima. En este caso, lo hace a bordo de la fragata Blas de Lezo, mediante la cual espera dar por concluida su formación militar en la marina. Sin embargo, lejos de comenzar de cero como lo hizo en Elcano, Leonor se está teniendo que enfrentar a una serie de malas miradas porque en el Blas de Lezo ya se conocen las malas mañas que se gasta la Princesa de Asturias.

En este sentido, tal y como se han encargado de revelar fuentes cercanas a la Armada, no hay un ambiente especialmente agradable a bordo del Blas de Lezo. Los compañeros de Leonor la han recibido con mucho recelo al recibir muy malas recomendaciones por parte de sus amigos de Elcano, que ya vivieron en sus carnes como Leonor iba de pasajera y se limitaba a hacer las actividades que quería.

Leonor

Leonor abusa de sus privilegios y no hace nada

La realidad es que, mientras que desde Casa Real se esfuerzan en vender el relato de que Leonor está realizando su formación igual que el resto de sus compañeros, la realidad es muy diferente. Pues, una vez llega el momento de realizar aquellas tareas más complicadas y demandantes física y mentalmente, Leonor suele pedir que la dejen al margen para evitar problemas mayores. Por lo que trabajos duros o guardias nocturnas es algo que nunca va a hacer una Leonor que tampoco quiere madrugar demasiado para hacer las labores propias de los guardiamarinas.

Por su parte, los oficiales del Blas de Lezo ya habrían recibido varias quejas por parte del resto de tripulantes que no están nada contentos con el hecho de que Leonor no tenga que hacer nada, mientras que ellos tienen que hacer todavía más, ya que, al fin y al cabo, son uno menos. Una situación que genera un ambiente muy desagradable.

Así pues, Leonor no ha caído de pie en el Blas de Lezo, donde los compañeros de la Princesa de Asturias ya están hartos de ver como hacen todo el trabajo que ella ha dejado de realizar.