El 60 cumpleaños de la infanta Cristina termina peor que mal

El mal clima familiar marcó el cumpleaños de la infanta Cristina

El 60 cumpleaños de la infanta Cristina termina peor que mal

Se suponía que la celebración del 60 cumpleaños de la infanta Cristina era una fecha marcada en el calendario de todos los miembros de la Casa Real para dejar todas las asperezas y suspicacias aparte y tratar de celebrar en familia un acontecimiento de gran importancia para la hermana de Felipe VI. Sin embargo, si hay algo en lo que los Borbón son especialistas es en esto de arruinar fiestas que deberían ser alegrías para todos. Y es que, lejos de parecer un cumpleaños, los que estuvieron cerca o invitados, aseguran que hubo un clima de mucha más tensión que de alegría y felicidad.

Tal y como hemos podido saber una de las grandes desilusiones de la infanta Cristina, era la de poder reunir de nuevo a toda la familia. Un plan que, en la mente de la infanta Cristina también incluía a Juan Carlos I. Sin embargo, las manías y reticencias de Felipe VI a la hora de permitir que su padre entre en España, acabaron haciendo que Cristina se quedara sin la presencia de su padre en un acontecimiento tan importante para ella.

Cris

Nunca se sintió un ambiente agradable

La realidad es que por muchos esfuerzos que hicieron los asistentes por mostrar felicidad y alegría, con más falsedad que otra cosa, el ambiente de la celebración nunca despegó. De hecho, según han filtrado algunos de los asistentes, incluso hubo momentos en los que se rozó la tragedia. Pues, las rencillas pendientes entre algunos de los asistentes acabaron provocando que hubiera algún que otro pique no deseado entre ellos. Lo que generó una gran tristeza en la infanta Cristina.

Sin cumpleaños y sin Iñaki Urdangarin

Esta celebración de cumpleaños también debería haber supuesto la liberación definitiva de la infanta Cristina, que quería marcar su 60 aniversario como el día en el que se olvidaba por completo de su exmarido. Sin embargo, el desagradable ambiente que se generó en la celebración, acabó haciendo que más que eso pareciera una pelea de todos contra todos.

Así pues, lejos de celebrar los 60 años de la infanta Cristina, el cumpleaños acabó siendo un campo de batalla para que cada uno resolviera sus cuentas pendientes con otros invitados.