El cabo Cabello y el teniente coronel Mochi explican que Juan Carlos I habla de su muerte a diario

Los que conviven con Juan Carlos I lo ven de capa caída

El cabo Cabello y el teniente coronel Mochi explican que Juan Carlos I habla de su muerte a diario

Desde que dejó España para vivir en Abu Dabi de forma indefinida, Juan Carlos I ha contado con la compañía inestimable de dos hombres de su más firme confianza. Se trata del cabo Cabello y del teniente coronel Mochi, quienes siempre han acompañado al emérito en todos y cada uno de sus movimientos, desde sus viajes a Suiza hasta cualquier desplazamiento por Abu Dabi. Ellos siempre han estado con él y lo han acompañado en unos años que han sido muy complicados para un Juan Carlos I que ha comenzado a empeorar de forma muy significativa a lo largo de los últimos meses.

De hecho, este empeoramiento tan grave ha llevado a Juan Carlos I a convertirse en un hombre sumamente pesimista, que ya no se ve llevando una vida plena ni siendo feliz. Tal y como advierten Cabello y Mochi, lo único que de verdad preocupa a Don Juan Carlos es todo aquello que tenga que ver con su muerte, de la que habla de forma casi diaria.

JC

Juan Carlos I está preocupado por su funeral

La realidad es que, tal y como hemos podido saber, el emérito ya tiene asumido que le quedan pocos años de vida. Por este motivo, se ha estado preocupando mucho por todo lo que tenga que ver con lo que vayan a hacer con él una vez haya fallecido. Tiene miedo de que Felipe VI no respete sus últimas voluntades, de no recibir el funeral de Estado que desea y de no ser enterrado en El Escorial, tal y como ha dejado por escrito.

Además, Juan Carlos I se ha visto obligado a buscar una mansión en Portugal porque su hijo no le permite volver a España para pasar los últimos momentos de su vida. Algo que ha molestado profundamente al emérito, quien considera que es una gran deshonra que su hijo no le ofrezca un final digno.

Así pues, tal y como afirman el cabo Cabello y el teniente coronel Mochi, Juan Carlos I se pasa los días hablando de su muerte, de lo mal que se encuentra y del miedo a que su hijo no le permita volver nunca a España.