El Príncipe Alberto ha abandonado su vida junto a Charlene de Mónaco y sus dos hijos

Alberto II no está siendo ni un buen marido ni padre

El Príncipe Alberto ha abandonado su vida junto a Charlene de Mónaco y sus dos hijos

Hace tiempo que venimos diciendo que Charlene de Mónaco tiene graves problemas psicológicos por culpa de su marido. El Príncipe Alberto se ha convertido en uno de esos hombres a los que nadie quiere tener como marido. Es una persona que apenas colabora en nada relacionado con el cuidado de los hijos y que, si hay algo que se le da especialmente bien, es eso de serle infiel a su esposa. Y es que, en dicha faceta, el Príncipe de Mónaco no tiene rival. Tal y como señalan las personas más cercanas, ha compartido cama más veces con sus amantes que con su esposa.

Ante esta situación tan grave, Charlene ha acabado sufriendo las peores consecuencias. Problemas psicológicos, depresión y adicción a fármacos han formado parte de los últimos años de la vida de la Princesa de Mónaco, quien ha tenido que recibir atención psicológica urgente para que la ayuden a superar todos los daños causados por su marido, el cual se ha desentendido totalmente de su labor como marido y como padre de Jacques y Gabrielle.

Alberto

Alberto abandona a su familia… de nuevo

Tal y como señalan informaciones cercanas al Principado, Alberto de Mónaco se ha subido solo a un avión que lo ha llevado hasta Japón, donde pasará unos días en los cuales, más allá de protagonizar un acto oficial, también va a disfrutar de unas pequeñas vacaciones en uno de los países más singulares y bonitos del mundo. Una oportunidad ideal para hacer turismo en familia. Sin embargo, Alberto ni se habría planteado la posibilidad de viajar junto a su esposa y a sus hijos, quienes se han quedado en casa.

La realidad es que Alberto II ya ni se esfuerza por aparentar algún tipo de normalidad en su matrimonio. La relación está completamente rota y nada la salvará. Sin embargo, lo mínimo exigible sería que Alberto respetara a su esposa e hijos, algo que tampoco ha sido capaz de hacer.

Así pues, con su reciente viaje a Japón, el Príncipe Alberto ha vuelto a mostrar al mundo que vive completamente aislado de su núcleo familiar. No le importa en absoluto lo que les pase a su esposa y a sus hijos.