El Príncipe Guillermo ha comunicado a Harry que su padre se está muriendo y que será Rey de Inglaterra

Hace ya varias semanas que el estado de salud de Carlos III ha pasado de ser preocupante a ser crítico. El Rey de Inglaterra es consciente de que si el cáncer de colon que le fue detectado en 2024 no comienza a remitir, su vida correrá un muy serio peligro. Es por este motivo que los médicos de Buckingham ya han hecho saber al propio Carlos III y al resto de los Windsor, que podría quedarle solamente un año de vida. Hecho que habría llevado al Príncipe Guillermo a comenzar a moverse para preparar el momento en el que sea coronado Rey de Inglaterra.

Tal y como han asegurado fuentes cercanas a la Casa Real de Gran Bretaña, el principal motivo de preocupación de Carlos III respecto de su sucesión al trono es la relación que tienen sus dos hijos. Desde que en 2020 el Príncipe Harry y Meghan Markle decidieron abandonar Buckingham, no se habla con Guillermo, algo que no gusta nada a Carlos III.

Ante esta delicada situación, el propio Rey de Inglaterra habría solicitado a su hijo mayor que se reconcilie con Harry para así tener un reinado mucho más tranquilo. Según las convicciones de Carlos III, la vida como monarca es mucho más sencilla cuando la familia está unida y no hay peleas y enfrentamientos internos como el que ahora mismo tienen sus dos hijos.

Guillermo se pone en contacto con su hermano

Dado el delicado estado en el que se encuentra Carlos III, el Príncipe Guillermo ya habría tratado de ponerse en contacto con Harry de Sussex. El hijo menor de Carlos III ya está al corriente de la situación en la que se encuentra su padre y sabe que en Buckingham esperan que regrese lo antes posible. Además, el propio Guillermo le habría comunicado su intención de suceder a su padre en el trono Inglaterra una vez haya fallecido.

Así pues, por orden de Carlos III, el Príncipe Guillermo ya se habría puesto en contacto con Harry, para comunicarle la situación en la que se encuentra su padre y transmitirle su intención de invitarlo a la coronación y, evidentemente, a pasar en Buckingham los últimos momentos de la vida de un Carlos III que sabe que se va muriendo poco a poco.