El Príncipe Guillermo trató de boicotear, junto a Harry, la boda de Camilla Parker Bowles
Los hijos de Carlos III detestaban a la reina Camilla

Hace años que las relaciones internas de Buckingham no están pasando por su mejor momento. En este sentido, a pesar de que todo comenzó a podrirse del todo a partir del momento en el que el Príncipe Harry y Meghan Markle tomaron la decisión de dejar atrás su vida en Buckingham, fue mucho antes cuando se comenzaron a sembrar las semillas de un conflicto que ahora está dando sus mejores frutos en forma de guerra entre Camilla Parker Bowles y sus dos hijastros. Un enfrentamiento que se venía cocinando desde muchos años atrás.
De hecho, según se encargó de revelar el propio Príncipe Harry en una libro explicando su vida, Camilla Parker Bowles nunca fue bienvenida en Buckingham. En especial por parte de Guillermo y de Harry, que siempre vieron a la segunda esposa de su padre como una especie de madrastra maligna cuya única intención era la de atacar y hacer daño a los hijos biológicos de Carlos III.
Guillermo y Harry trataron de echar a Camilla
Ante esta realidad, el plan de los hijos de Carlos III no fue otro que el de tratar de hacer que Camilla Parker Bowles dejara de formar parte del día a día en Buckingham. Fue por esto que le pidieron a su padre que nunca se casara con ella, que la dejara y que siguieran adelante con su vida sin hacer ningún caso a la que posteriormente se acabaría convirtiendo en reina consorte. Un paso que acabó dejando muy tocados a Harry y Guillermo, que asumieron la boda entre su padre y Camilla, como una dura derrota.
Fue a partir de ese momento, que la reina Camilla comenzó a desarrollar un fuerte sentimiento de rencor y resentimiento hacia los hijos de Carlos III. Pues en ellos veía a los grandes responsables de que entrar en Buckingham le resultara algo tan complicado. Pues tanto Carlos III como Isabel II la veían con buenos ojos.
Así pues, fue a raíz de este boicot por parte de Guillermo y Harry, que Camilla Parker Bowles comenzó a sentir un fuerte sentimiento de rechazo hacia ellos. Un sentimiento que, vale recordar que siempre ha sido mutuo.