El Príncipe Harry se dedica a hablar muy mal de su padre, Carlos III, cuando está con sus amigos

El hijo menor de Carlos III no está nada agradecido a su padre

El Príncipe Harry se dedica a hablar muy mal de su padre, Carlos III, cuando está con sus amigos

No corren tiempos nada sencillos en Buckingham, el Príncipe Harry y Carlos III llevan años sin hablarse y la situación está muy lejos de arreglarse. De hecho, a medida que pasa el tiempo, parece más y más complicado que alguno de los dos agache la cabeza, entone el mea culpa y protagonice algún tipo de acercamiento. En este sentido, las declaraciones y decisiones de cada uno no han hecho más que aumentar la distancia entre padre e hijo. Una situación que está destrozando por dentro a los Windsor, una familia donde el odio se lleva por dentro y donde las relaciones afectivas de calidad brillan por su ausencia.

En este sentido, tal y como indican fuentes cercanas, el Príncipe Harry lleva mucho tiempo guardando y acumulando rencor hacia la figura de su padre. Especialmente desde el momento en el que Carlos III le giró la espalda a la hora de exigir un equipo de seguridad oficial, cada vez que pisara Reino Unido, algo que el Gobierno le negó y en lo que el Rey de Inglaterra prefirió no meterse y dejar que los jueces hicieran su trabajo. Lo que dejó muy enfadado al Duque de Sussex.

Carlos III

El Príncipe Harry acusa de traidor a su padre

Resulta curioso que justamente el hombre que tomó la decisión de dejar atrás a su familia, para comenzar una vida nueva junto a su esposa, al margen de todo, es ahora, el que acusa a su padre de traicionar a su sangre. Y es que, según hemos podido saber, cuando se reúne con sus amigos, Harry se queda muy a gusto a la hora de hablar de su padre, al que califica de traidor y al que tiene en una muy mala consideración. Fuentes cercanas aseguran que le dice de todo. Especialmente cuando bebe alguna cerveza de más.

Esta situación solo demuestra que las relaciones entre padre e hijo son realmente malas. El Príncipe Harry guarda un fuerte rencor hacia su padre, al que culpa de no poder volver a Reino Unido y al que también responsabiliza por su marcha a Estados Unidos.

Así pues, ni en público ni en privado, el Príncipe Harry es capaz de tener ni un solo gesto bonito y agradable hacia la figura de su padre, Carlos III.