El problema de higiene de Leonor se repite en el Blas de Lezo

Leonor ya pasó por este problema durante su paso por Elcano

El problema de higiene de Leonor se repite en el Blas de Lezo

Después de pasar más de cinco meses a bordo de Elcano, lo último que le apetecía a Leonor, era montarse en la fragata Blas de Lezo para tener que pasar por situaciones tan o más duras de las que vivió a bordo de Elcano. Y es que ahora, la Princesa de Asturias no ha tenido que adaptarse a una tripulación nueva, sino que parece que también va a tener que enfrentar a un problema que ya le causó un gran malestar durante su larga travesía por América a bordo de Elcano, donde el agua potable era un bien muy escaso.

Y es que, como ya os contamos en su momento, Leonor lo pasó muy mal durante aquellos días en los que Elcano navegaba por alta mar. Y es que, más allá de los mareos, lo que más llegó a poner de mal humor y a molestar profundamente a Leonor, fue el hecho de que no podía ducharse tantas veces como quisiera a lo largo del día. Siendo esta una de las mayores manías de la Princesa de Asturias.

Leonor

Leonor ya ha tenido más de un enfrentamiento en el Blas de Lezo

La realidad es que en esta fragata las cosas no parece que vayan a ir tan bien como en Elcano. Los compañeros y capataces de Leonor ya saben de qué pie calza la Princesa de Asturias y a qué tipo de carácter se van a tener que enfrentar. Lo que ha hecho que sean mucho más duros con ella. Llegando al punto de no hacer ninguna excepción con el tema de las duchas.

Esto ha generado un importante malestar en la princesa Leonor que no estaba acostumbrada a escuchar un no por respuesta y que, ante la negativa de poder ducharse más de una vez al día, ya ha respondido mal en más de una ocasión. Algo que no le ha costado ni una sola reprimenda, ya que nadie se atreve a pasar de ahí con una Leonor que cree que tiene potestad para hacer y deshacer a su gusto.

Así pues, el hecho de sentirse sucia y sudada es algo que Leonor no aguanta y que hace que esté muy de mal humor. Algo que hace que la peor versión de la Princesa salga a la luz cuando no se puede duchar.