El libro de Leonardo Faccio, Felipe VI: La verdad oculta, ha sacado a la luz una serie de revelaciones que afectan al matrimonio de los Reyes de España. Según Faccio, Felipe VI y Letizia no solo engañaron a la Iglesia Católica, sino que también manipularon la verdad para conseguir lo que querían: un matrimonio eclesiástico que, según el Derecho canónico, nunca debió haberse celebrado.
El secreto del aborto de Letizia
Uno de los puntos más controversiales del libro es el aborto voluntario que Letizia sufrió antes de conocer a Felipe VI. A pesar de que en España el aborto es legal desde 1985, la Iglesia Católica lo considera un pecado grave, castigado con la excomunión, lo que impide a quienes lo han practicado contraer matrimonio por la Iglesia. Faccio asegura que Letizia ocultó este hecho a la Iglesia y al Papa para poder casarse con Felipe VI. A través de su justificación ante el arzobispo de Madrid, Letizia explicó su conversión religiosa: “He visto la luz. Cuando conocí a Felipe vi la luz de la fe católica”. Esta frase, según el autor, marca un punto de inflexión en su vida, donde abandona sus principios previos para encajar en el papel de esposa del heredero al trono.

La boda eclesiástica bajo sospecha
La gran pregunta que plantea Faccio es la legitimidad de la boda religiosa entre los Reyes. Según el Derecho canónico, cualquier persona que haya practicado un aborto no puede contraer matrimonio en la Iglesia. Esto pone en peligro la validez del sacramento que unió a Felipe VI y Letizia en 2004, y el autor sostiene que la Iglesia, de haber conocido la verdad, no habría permitido que la boda se llevara a cabo. Además, la Reina Sofía también habría sido consciente de este secreto, y de haberlo sabido, nunca habría consentido un matrimonio que contraviene los principios de la Iglesia.
Este escándalo, que se menciona en las páginas del libro, no ha sido ampliamente difundido en los medios, lo que deja abierta la pregunta de si la monarquía española logrará evitar las consecuencias de estas revelaciones. Mientras tanto, el matrimonio de los Reyes continúa siendo presentado como el símbolo de la perfección, una imagen que podría estar construida sobre una base de mentiras.