Felipe VI levanta el castigo a Juan Carlos I después de negociaciones de extrema dureza

Un acercamiento inesperado entre padre e hijo marca el inicio de una nueva etapa para la Familia Real

Felipe VI levanta el castigo a Juan Carlos I después de negociaciones de extrema dureza

Juan Carlos I pasará el verano en Cascais, Portugal. Un destino con buen clima, cerca de España y con muchas ventajas logísticas. Se evitan los viajes largos a Abu Dabi y se gana en proximidad. Aunque no hay confirmación oficial, todo apunta a que el emérito quiere quedarse allí más allá del verano.

Felipe VI lo ha aceptado, aunque no sin condiciones. El rey llevaba semanas sin hablar con su padre. La relación estaba muy deteriorada tras los últimos episodios, especialmente la demanda sorpresa contra Miguel Ángel Revilla. Una acción unilateral que incluso tomó por sorpresa a la propia Casa Real. La orden era clara: no generar titulares. Pero Juan Carlos I, cansado del silencio y el desprecio público, decidió mover ficha.

Su presencia sigue generando controversia. En cinco años de exilio ha roto varias veces las normas pactadas. Pero el rey actual ha cedido. No quiere tener a su padre enfermo, con 87 años, a miles de kilómetros. Y con Portugal como posible residencia fija, el equilibrio parece más fácil de mantener.

Juan Carlos I y Felipe VI

Las regatas, el regreso a Sanxenxo y una figura incómoda

El emérito vuelve este fin de semana a Sanxenxo. Participará en la regata con el Bribón, como ya es habitual cada verano. Se le espera sonriente, rodeado de amigos, aunque con la sombra de su reciente polémica judicial sobrevolando el ambiente. Su anterior visita coincidió con la citación en los juzgados de Santander, a la que no acudió.

La familia, por su parte, se ha reunido para definir su futuro. Felipe VI quiere evitar un retorno completo a España. Pero tampoco desea mantener el exilio tan lejano. Portugal, y en concreto Cascais, aparece como la solución intermedia. Allí vivió también Juan de Borbón, su padre. Y ahora podría ser el último destino del emérito.

No hay marcha atrás en el deterioro institucional que ha generado su figura. Pero sí parece haber, al menos, un cierre amable. Juan Carlos I no volverá a ser protagonista en la Zarzuela. Pero tampoco será ignorado del todo. Felipe VI le ha levantado el veto, con la esperanza de que, esta vez, cumpla las normas. Aunque pocos apuestan a que lo haga.