Felipe VI mantiene una relación desde hace 40 años que únicamente conocen familiares y allegados próximos
Solo los más cercanos conocen la identidad del amante de Felipe VI

El silencio que ha acompañado durante décadas a la vida personal de Felipe VI se tambalea tras las últimas revelaciones de la periodista Laura Rodríguez. Sus palabras han sacudido los cimientos de la opinión pública al asegurar que el monarca mantiene, desde hace cuarenta años, una relación sentimental oculta que solo conocen sus familiares más cercanos y un reducido círculo de amigos íntimos. Según Rodríguez, el matrimonio del rey con Letizia Ortiz habría sido, en realidad, un movimiento calculado para preservar las formas y cumplir con las estrictas exigencias de la Corona.
Y es que, desde su juventud, el entonces príncipe habría vivido bajo la presión de casarse con una mujer, condición indispensable para garantizar la continuidad dinástica. El rey emérito Juan Carlos I habría insistido en que su heredero eligiera a una consorte de sangre real, pero Felipe siempre mostró resistencia a esos planes, inclinándose por mujeres ajenas a la nobleza. Detrás de esa aparente rebeldía, sostienen algunos testigos, se ocultaba una verdad mucho más profunda que el protocolo no estaba preparado para asumir.
Felipe VI ha estado escondiendo su amor verdadero
De este modo, figuras como la modelo noruega Eva Sannum o rostros conocidos de la televisión habrían aparecido en su vida a través de contactos cuidadosamente gestionados. El escritor Isidre Cunill y la propia Rodríguez apuntan a la existencia de una agencia dirigida por Javier Hidalgo, encargada de presentarle candidatas que cumplieran un perfil muy concreto. Incluso se habrían ofrecido incentivos económicos para asegurar relaciones estables que calmaran los rumores y protegieran la imagen de la Casa Real.
La elección de Letizia Ortiz tampoco habría sido fruto del azar. Según las mismas fuentes, el primer encuentro entre ambos tuvo lugar en una cena organizada por Pedro Erquicia, a la que asistieron varias presentadoras de televisión seleccionadas por la mencionada agencia. Letizia, procedente de un entorno humilde, habría aceptado las condiciones necesarias para convertirse en reina, asumiendo un matrimonio que, para ciertos periodistas, no se sustentaba en la pasión sino en un pacto de conveniencia mutua.
Así pues, Rodríguez va más allá y asegura que el verdadero amor de Felipe ha sido siempre Álvaro Fuster, amigo íntimo desde la infancia y miembro de una conocida familia madrileña. Una relación discreta, mantenida en paralelo y protegida con un secretismo férreo durante cuatro décadas. Un vínculo que, según la periodista, ha sobrevivido a rumores, presiones y estrategias palaciegas, permaneciendo invisible para un país que, hasta ahora, solo conocía la versión oficial.